Hace diez años, los estudiantes que cantaron los míticos coros de la canción de Pink Floyd decidieron aplicar su mensaje a la vida real.
En 1979, inmerso en la grabación de «The Wall», Roger Waters dio con el coro que buscaba para uno de sus temas en el Islington Green School, al norte de Londres. El profesor de música del colegio, entusiasmado con la idea, puso a su servicio a un par de docenas de alumnos y el resultado fue el hit planetario que todos conocemos. Lo que aquel maestro no imaginaba es que más de tres décadas después, el mensaje antiautoritario de la canción serviría al colegio para plantar cara al gobierno.
En 2007 se hicieron públicos los planes de privatizar la escuela, y la reacción no se hizo esperar. Profesores, padres y alumnos organizaron una gran protesta el 18 de enero, y tuvieron la genial idea de recuperar el coro que cantaron los estudiantes del ’79 en la segunda parte de «Another brick in the wall», dándole un par de retoques:
«We don’t need no privatisation
We don’t need no business control
No lies and spin coming from the boardroom
All in all it’s just another lie being told
Failing the children we will not condone
Bankers, leave our kids alone
Hey, bankers, leave our kids alone!»
Las protestas llegaron hasta los telediarios de toda Gran Bretaña, pero al final, como era de esperar, el poder ganó.
La historia de la grabación de aquellos coros en 1979 también tuvo un sabor agridulce. El profesor se llevó a los chicos al estudio señalado por Waters sin pedir permiso al director de la escuela, lo que desató la furia de algunos padres. Y para colmo, los coristas fueron pagados con una entrada de concierto y un disco de Pink Floyd, mientras que la escuela se llevó un cheque por valor de mil libras, que al menos gastó en equipamiento para las clases. Sin embargo, años después, varios alumnos demandaron al grupo exigiendo royalties, y le sacaron unas seis mil libras más.
