Ser rocker es una actitud, un estilo de vida, una filosofía pre y postmortem; y Loquillo es su gurú en España. Con una Riviera sitiada por cuero, tatuajes, banderas sureñas y bandanas; se intuía una noche de puro rock´n´roll y tupés en movimiento. Para caldear el ambiente el grupo Velvet Candels, quinteto barcelonés liderado por Augie Burr, interpretaron a capella varios de sus temas Doo Wop. Después de unos 45 minutos, como a eso de las 22:00, el Loco salió a escena.
Ataviado con abrigo negro ¾ y sus gafas de sol, comenzó con “Código Rocker”, el single de su último y homónimo LP junto a los Nu Niles de Mario Cobo. Continuó con temas clásicos y nuevos como «Siempre he creído en el poder del rock and roll», “Channel, cocaína y Dom Perignon”, ”Tatuados”, “Luché contra la ley”, versión adaptada de Sonny Curtis, “El crujir de tus rodillas”, “Por amor”, “Billy la Rocca”, “Piratas” y “Political incorrectness”, con letra del poema de Luis Alberto de Cuenca. Aquí tengo que hacer un inciso y declarar mi gran devoción por este escritor.
Versos como los de “El Desayuno”, “Bébetela” o “De tanto amarte y tanto no quererte”; marcaron mi lectura poética casi tanto como Pedro Salinas. Tuve la ocasión de conocerle un Junio en la feria del libro, y he de decir que es una persona humilde sin aires de grandeza.
Como grande es Loquillo, quién después de años en la escena musical de este país, pareció emocionarse, (un pelín, tampoco demasiado) ante un público que le idolatra, que son seguidores incondicionales, y que mantienen vivo el espíritu rockabilly. Género que hoy por hoy sobrevive de forma más underground e independiente que ningún otro. En el bis sonó “Quiero un camión”, “Feo fuerte y formal” y “Esto no es Hawai”. Tres emblemas de toda una historia musical de nuestro país.
El próximo martes 28 volverá de nuevo a la Riviera.