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Entrevista con JULIÁN MAESO: «Creo que picaré piedra hasta que me muera»

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JulianMComo ya sabéis, el nuevo disco de este señor ha gustado mucho en HRB, muchísimo, y además este jueves 29 de mayo lo tendremos sonando en vivo y en directo en Independance Club (Doctor Cortezo, 1) Madrid (info y entradas aquí). Así que nada mejor que entrevistar al que desde ya es candidato a mejor artista rock del año, para penetrar en las entrañas de esta hermosa criatura suya llamada «One Way Ticket to Saturn».

Tu debut, que estuvo muy bien, me parece flojo en comparación con este pedazo de disco.

Hombre, es que este disco nace de un momento vital muy diferente al de “Dreams are gone”. A nivel musical, estoy mucho más rodado por el directo. Los miembros de la banda hemos hecho mucha piña en gira, y al entrar al estudio estábamos en racha. A nivel técnico, es menos casero porque hemos ido a un estudio (el anterior lo grabó en un sótano que él mismo construyó).

También a nivel personal hay diferencia de estado de ánimo, ¿no?

Buf, es que a nivel personal… bueno, es que en el anterior disco yo estaba hecho polvo. Me había llevado muchas hostias, y aunque ahora no es que no me dé ninguna, mi estado anímico es otro. Hay momentos en la vida en los que te vienes abajo, te pones melancólico y espiritual, y otros en los que intentas sacar algo en claro de todo lo que te ocurre. Te puedes pegar una hostia y quedarte mirando al suelo, o devolver la hostia.

Yo creo que con «Dreams are gone» devolviste la hostia.Julian2

El buen recibimiento que tuvo me sorprendió, la gente quedaba muy contenta en los conciertos, y todo eso ayuda a que le veas algo de salida a tus problemas. Te das cuenta de que si tienes salud, todo lo puedes afrontar. Es cuestión de analizar lo que te está pasando, reaccionar, y eso suele dar sus frutos. Con dejar contenta a la gente en un concierto ya tengo suficiente para continuar… porque lo de hacernos famosos ya… como que no.

Bueno, nunca se sabe.

Náaa, la música que yo hago, donde yo muevo, está todo inventado. Mezclo folk, blues, jazz y rock, y para un músico que se mueve ahí hay que verlo todo como un largo recorrido. Esto no se va a poner de moda de repente. Eso ya pasó.

No te subestimes hombre, has atrapado lo mejor del lado blanco y el negro del rock, y lo has combinado como pocos han hecho en este país. «Someday maybe someday» suena a sureñada tipo Gov’t Mule, luego hay mucho soul acabando con ese bonus track de «A change is gonna come», todo con una producción que se sale de la típica linealidad «carlosrayana» de tantos y tantos discos de rock español… Tiene algo muy especial.

Jeje, muchas gracias. Sí, hay temas más country, otros más negros, pero procuro llevar los temas hacia lugares que no te esperas, y quizá de ese modo natural surja la combinación que has apreciado. Con el bonus track tuve muchas dudas. No sabía si meterla… no sé si al final hemos incluido la versión que dijimos… un lío. Pero la intención sí era la de incluirla como condensador de todas la ideas que expresa el resto de las canciones, con sus metáforas, acerca de buscar soluciones a los problemas, acerca de ir de cabeza a por esas soluciones, de no lamentarnos más y reaccionar. Además es un tema que me encanta, y era una manera de hacer un homenaje a Sam Cooke. Sólo está en el CD, lamentablemente. En el vinilo no cabía.

¿Tenías una idea previa de cómo debía quedar el disco?

Cuando decidí sacar el disco tenía una canción acabada. Lo demás ha sido sobre la marcha: primera semana montar el local de ensayo, siguiente semana componer los temas, siguiente semana ensayar, y siguiente semana, grabarlo todo. Todo esto cambiando letras y cosillas sobre la marcha. Si no estás inspirado este sistema puede salirte fatal, pero no ha sido el caso.

Del anterior disco recuerdo que me dijiste que quedaron 5 descartes. ¿Alguno de ellos es ese tema que tenías al principio de todo el proceso de «One way…»?

Sí, es el tema que abre el disco.

Joder, pero si es brutal. Lo descartarías porque no pegaba con la atmósfera del álbum.

No, porque tenía que parar, sencillamente. El disco ya era doble, era un poco locura seguir añadiendo temas. Tenía que echar el freno en algún momento. Como era un estudio casero, tenía todo el tiempo del mundo para que se pasara un colega a hacer una jam, y de ahí salía otro posible tema. De repente tenía docenas de posibles canciones, se me estaba yendo de las manos. Fue cosa de «para el carro que hay que sacar el disco ya».

¿Y lo de no hacer otra vez un doble ha sido algo espontáneo, o muy premeditado?

Premeditado, porque era necesario. Venía de un disco denso, con muchos temas, en el que era difícil concentrarse como oyente casual porque había mucha información. Este es más directo, y tiene esa cera que me hacía falta en los conciertos.

Me han comentado que decías que te has quedado con ganas de meter un poco más de esa cera.

Sssí… Sí… Pero es probable que esa cera que no me ha faltado por meter en el disco, se la insufle a las canciones más lentas a la hora de los conciertos. Eso está bien, porque te permite la posibilidad de jugar con las canciones en directo, y no repetir lo del disco como un clon. Ten en cuanta que las canciones se grabaron teniendo sólo un par de semanas de vida, una de composición y otra de ensayo, y les queda mucho por vivir, de darles vueltas.

¿Tienes idea de salir de España con este disco?

Hay algo muy bueno, que es que me seleccionaron de la AIE para participar en un convenio con la escuela LIPA que fundó Paul McCartney, y voy a tocar con los chicos de la escuela haciendo un resumen de mis dos discos en Liverpool y Manchester, y luego dar cuatro conciertos en España. Si salen más cosas fuera de España las aceptaré encantado.

¿Con el anterior llegaste a tocar en el extranjero?

El disco se vendió en Alemania y Suecia, pero no fuimos a tocar. Sólo dentro de España, tocando en el lugar que me correspondía porque la gente todavía no me terminaba de ubicar fuera de los grupos en los que he tocado. Tenía que darme a conocer, hacer trabajo de picar piedra. Aunque en el fondo… es lo que seguiré haciendo hasta que me muera. Pero el balance fue muy bueno, 70 conciertos y la gente muy contenta. Ahora tengo que volver a la carretera para confirmar todo eso e ir consolidándome en el público.

¿Te molaría tocar en el Azkena?

Vamos a ver… tocar en el Azkena para mí sería un lujo, un sueño. Es el festival de rock en el que han tocado muchas de las estrellas que a mí me han inspirado, desde Gov’t Mule o Gregg Allman, los Black Crowes. Es un festival increíble, qué más quisiera yo. Por estilo, podría estar dentro.

Si en mi mano estuviera… hasta se lo he pedido a los de Lasttour con ruegos vía twitter.

Pues si esto sirve para algo, aunque sea para la edición del año que viene, te deberé una cena, ¡jajaja!

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