Cuando Queens of the Stone Age emergieron hace ya más de quince años de las cenizas de la banda referente del stoner rock, Kyuss, pocos apostaban por un futuro fulgurante en la primera division de la música internacional. “Si duran, serán una rareza”, rezaba una crónica de su primer concierto en nuestro país, en una pequeña sala barcelonesa. Quizá sea por lo raro de estos tiempos, pero al final QOTSA se han convertido en la punta de lanza del nuevo rock, indiscutible cabeza de cartel de cualquier festival, como lo son en el FIB de este año, donde actúan la primera jornada.
“Más que raros, estos tiempos son muy oscuros”, espeta Josh Homme (voz y guitarra), sabedor del cariz especialmente cruel que ha tomado la crisis en España. En el momento de la entrevista todavía no había llegado el susto de la cancelación, pero sí surgió el asunto de lo delicada que está la situación del festival castellonense y de otras citas veraniegas. “A mí siempre me ha parecido que hacés las cosas bien cuando hemos ido a tocar a algún festival -continua Homme-. Pero sé que este año los promotores se están sintiendo como en una lucha contra los elementos. Si algo puede sacaros adelante, es vuestra pasión. Es maravilloso que los amantes de la música 
compren entradas para vernos teniendo tan poco dinero en los bolsillos. Todo el mundo necesita evadirse de los problemas, pero creo que los españoles explotáis si no lo hacéis, ja, ja”.
La oscuridad de los tiempos que corren se antoja ambiente perfecto para la publicación de “…Like Clockwork”, un disco denso, complejo, inquietante y áspero que fue presentado con una serie de trailers animados que muestran a “una sociedad distópica y nihilista”, explica Homme. “Dedicamos una semana entera a idear y configurar la atmósfera opresiva que quería plasmar, para que provocase en el espectador una reacción de miedo, y luego de furia, de ganas de quemar algo”. Durante la “tormentosa” grabación se registraron 19 temas, de los que permanecieron “los 10 que consideramos que mantenían un mismo estado mental, oscuro y de pesadilla. Así era mi estado mental”, asegura el artista, que compuso las canciones tras una operación de rodilla que a punto estuvo de acabar con su vida. “Algo salió mal y estuve muerto durante unos instantes. Cuando desperté, vi a un medico que me decía: “Josh, estás bien ¿verdad? Te nos has ido un momento…”. Ahora vivo mucho más intensamente, estoy agradecido”.
A pesar de su naturaleza conceptual, “…Like Clockwork” no presenta nada pretencioso, más bien sólo una descarnada narración de pensamientos. «No intento hacer nada de un modo concreto, no quiero forzar nada”, explica Homme. “Pero supongo que lo que me rodea impregna lo que soy y lo que creo. Quiero ser diferente al resto del mundo, seguir mi camino. Se trata más de sacar cosas de mí que de hacer música. No quiero estar en ninguna jaula”. De ahí su falta de prejuicios a la hora de buscar colaboradores. En la lista de invistados a la grabación, además de rockeros de pro como Dave Grohl o Mark Lanegan, están Jake Shears (Scissor Sisters) o, atención, Elton John, que canta y toca el piano en “Fairweather Friends”. “He leído por ahí que dice que nuestro disco es el mejor que ha habido en el rock de los últimos años –dice Homme-. La experiencia fue una recompensa increíble. Es un pianista gigantesco y una persona divertidísima. Ahora con la perspectiva del tiempo que ha pasado, me doy cuenta de que nos llevamos realmente bien, de que nos entendemos mucho”.
ESTA PARTE DE LA ENTREVISTA LA HE PUBLICADO EN ABC, PODÉIS SEGUIR LA CONVERSACIÓN CON HOMME EN LA PUBLICADA EN MONDOSONORO
