Sello: Dro / Warner
7,5 / 10
La iconoclasta banda madrileña publica en formato despojado y rapero, volviendo al sonido hip-hopero de sus orígenes, el décimo cuarto elepé de su gozosa y larga trayectoria, un trabajo híbrido compuesto de una docena de clásicos, revisitados para la ocasión como remezclas Dubbing, más cinco nuevas perlas y como regalo añadido, la tercera novela de César Strawberry, “Margen de Maniobra”, una obra que no dejará indiferente al personal…
Por partes. Ya desde el inicio, visualizamos con asombrosa nitidez que los DEF CON DOS volvían a dar en el clavo. El video promocional de “Habrá que morirse más” (una de las nuevas puñaladas incluidas en este disco) pone una vez más los puntos sobres las íes, incidiendo en las miserias y contradicciones de un sistema corrupto que devora el planeta. “En este gerontomundo acabado, no es natural aspirar a vegetar por siempre en la eternidad… queremos lejos a gente foránea con ganas de vivir, que altera la molicie de nuestra indolencia” apuntan con fino estilete y asombroso sentido del humor. Este sábado salieron en el telediario vespertino de la 1, entrevistados por el ilustre faro de la pomada cultural y excelente narrador Carlos del Amor (nuestra admiración y un fuerte abrazo desde estas páginas) y fue curioso (para enmarcar diría yo), contemplar el careto del locutor tras finalizar la noticia. El rostro descompuesto, la mueca de asco que puso Pedro Carreño tras ver “Acción Mutante”, “El día de la bestia”, y el clip final “Habrá que morirse más” era de las de que hacen época, para conservar en la memoria mucho tiempo y calibrar como anda el patio en la televisión publica, que pagamos tod@s con nuestros impuestos. La bipolaridad de contar con maravillosos trabajadores que se dejan la piel por la causa de la objetividad, la información con mayúsculas y la cultura sin cortapisas, versus sumisos presentadores y jefes-marioneta, siempre al servicio del mejor postor, teledirigidos por los finos hilos de la manipulación más burda por tod@s conocida.
Vayamos al grano. En la décimo cuarta entrega (incluidos los dos recopilatorios oficiales y el disco-homenaje), de su gamberra e imprescindible (para el librepensamiento más insobornable) genial carrera artística, le vuelven a echar morro revisitando sus clásicos, las deliciosas “Pégale al ruido”, “Agrupación de Mujeres Violentas”, “Hipotécate tú”, “Basta de nacimientos”, “Pánico a una muerte ridícula” o la incisiva “Edipo Rey”. En el sagrado oficio de bufón, terminan mirándose al espejo, después de admitir: “Somos un poco hijos de puta, ponemos el dedo en la llaga…”, reconocían con hilaridad en su presentación en Madrid, en el baluarte underground “Potencial Hardcore”. Con abundante desparpajo añaden nuevas estrofas en “El coche, no”, añadiendo nuevas dosis de mordiente al discurso disolvente habitual. Actualizando el mensaje, las desventuras del Pequeño Nicolás, las marranas ondas de Intereconomía o los atroces crímenes del Estado Islámico asoman en los surcos, pero sobre todo, “No me rayes el coche…”. También hay sorpresas, como las paleolíticas piezas de su primer asalto: “Los discursos de Lenin están mal traducidos” o “Quiero la cabeza de Alfredo García” junto a otra mítica, “La Cotorra criolla”, harán las delicias de los más nostálgicos mientras “Brutal Doctor” dibuja renovadas pinceladas gore, Banda Sonora Original de la película homónima de Dani Moreno.
Con respecto a las nuevas tonadas: “Sobreviviendo” es toda una declaración de intenciones, “tratando de esquivar a la apisonadora, combatiendo al monstruo seguiré escribiendo, mientras no me venza, cuate, la fatiga de combate…”, un tratado de autoestima en seis minutos gloriosos. “Cuelga y espabila” mantiene un excelente nivel.
“Pero ahora es el Smartphone quien nos vigila…”. 1984 de George Orwell, incrustado en las redes sociales, haciéndole gratis el trabajo a los servicios secretos y a las empresas que controlan nuestras vidas: “Que ya no percibes ni ves sin la protección que brinda Internet. Que pululan a pares los yonkis de Wifi `por las Barranquillas, queriendo pillar entre temblores el ancho de banda que falta en sus vidas. Cómprale al ‘dealer’ los megas que puedas y sigue en la nube explorando quimeras, y sin cobertura no cambies de acera. Tu imagen social respira tranquila…”. La proporción es calibrada con desigual vara en “La puta medida”, como las dos simetrías que tiene la corrompida justicia en este bendito país, según sea el ciudadano pobre o pudiente. Y es que “Se gana o se pierde”, no es cuestión de instinto, “aunque pensar nos da pereza, se gana o se pierde solo con la cabeza”. Dicho queda.
Por último, la novela de César Strawberry tiene muy buena pinta, siempre presidida por la prosa ágil y mordaz de este autor sin par que no deja títere con cabeza. En un par de noches de insomnio nos la podemos ventilar, pues sus 108 páginas están al alcance del más indolente e iletrado de los seguidores DEF. Otro día hablaremos del libro, tras sacarle todo el jugo en las próximas fechas. Dos tenores, César Strawberry y Peón Kurtz, que junto al inefable Jesús Arispont, al bajo y los controles de producción, nos dejan boquiabiertos y cariacontecidos a partes iguales. La alerta continúa. La raza humana sigue haciendo estragos. El mono no debió bajar del árbol y grita con denuedo: Larga vida a los DEF CON DOS !!