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Entrevista con Johnny Cifuentes de BURNING: «Nunca fuimos de rock político, sólo queríamos oler a las chicas y ser unos golfos»

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Burning0Hay quien dice «los Rolling», quien dice «los Stones», y también quien dice «los Burning» o los «Barning«. Entre esta y otras coñas que encierran más de lo que parece, tuvimos una emotiva, intensa y sincera charla con Johnny Cifuentes, por pleno derecho el portavoz indiscutible de la formación actual. Él es el único miembro original que queda, el único que ha pasado por todas las etapas de esta banda clave para entender nuestro rock, y que ahora celebra su 40 aniversario con un concierto «navideño» en la sala But (20 euros, 25 en taquilla) este viernes 26 de diciembre. Allí se proyectará un trailer del documental «Noches de rocanrol» de Fernando Colomo.

 

Vuestro último disco, «Pura Sangre», ya tiene algo de clásico.
Y eso que los clásicos sólo son clásicos 30 años después. No, en serio, es verdad lo que dices, me lo ha comentado mucha gente. Tiene algo que lo hace muy especial, es lo más Burning que hayamos hecho en años. Alguna vez lo hemos tocado entero en los conciertos, y ha funcionado de puta madre, la gente las cacareaba todas. Lo que pasa es que en el concierto del día 26 tendremos que incluir muchos clásicos, que si no luego los nostálgicos se nos enfadan.burning

Más aún tratándose de una celebración de aniversario. Por cierto, la canción que da título al disco es extremadamente emotiva, hay que escucharla con cuidado…
(Risas) Mucha gente ha llorado al escucharla, macho. Eso es que la hemos hecho bien, desde el corazón. Es una balada que cuenta la historia de mis cuarenta años con el grupo, sin concesiones al sentimentalismo barato. Hablo de las alegrías que me ha dado Burning, pero también del peaje que he tenido que pagar.

¿Qué peaje es ese? ¿Alguna vez te has sentido atrapado por el rock al no ser sólo un trabajo sino una forma de vida?
Es difícil… Me gustaría tener otras cuatro vidas para saborear algunas cosas mejor. Ha habido noches de locura total, de esas que te levantas hecho una porquería y te preguntas «¿qué coño estoy haciendo con mi vida?». Pero tengo un truco para salir de eso: tengo una foto de Keith Richards en el baño, que es al primer sitio al que vas cuando te despiertas resacoso. Cada vez que la miro, le imagino diciéndome «venga hombre, si esto es lo mejor que te ha pasado en la vida», y te lo digo, se te quita mucha gilipollez de encima. Él me ha salvado la vida varias veces.

Qué grande… Por cierto, ¿fuiste al último concierto de los Rolling en el Bernabéu?
Sí, sí claro. No me he perdido ni una sola de sus visitas, salvo la primera, que yo estaba haciendo el servicio militar. Aun así me compré la entrada, y la tengo enmarcada en mi bar (Cocodrilo, en la zona de Batán). Los feligreses de los Stones pasan por allí a adorarla (risas). Y te digo una cosa, el concierto del Bernabéu fue de los mejores que les he visto. Sólo faltó que los teloneros fuéramos nosotros.

Me imagino que el Indio te habrá agradecido la mención que haces a la Gruta 77 en la canción «Willie Dixon», donde también hablas del Honky Tonk.

Coño, ¿cómo lo sabes? Es que hizo precisamente eso, me dio las gracias. Al poco de salir «Pura Sangre» fui allí a un concierto que me interesaba, Star Mafia Boy, y se me acercó y me lo dijo. Muy de puta madre con él. Esa canción tiene sabor agridulce, porque la escribí en Argentina, inspirado por un garito rockero que a mí me pareció el paraíso. Cuatro mil personas dándolo todo, ambientazo que te cagas, música en directo constante, el alcohol rulando pa un lao y pa el otro… Me di cuenta de que en España antes éramos la hostia en eso, y de que ahora tenemos que mover el culo para recuperarlo.

Cuando he leído tus descripciones del Willie Dixon me venían a la cabeza imágenes de los buenos tiempos del Canci de San Blas.

Hostia, exacto, pues bastante parecido tío, con dos pisos también, aunque un poco más a lo bestia. Me recordaba al Madrid de principios de los 80, el M&M, la Canciller, el Red Rock, el Alex, que ahora es el We Rock este o como se llame…

Tengo la teoría de que en este país, ha habido 3 escuelas básicas de cantantes rockeros. La primera la de Leño, la de Rosendo, que siguieron Los Enemigos, Ilegales, etc… La segunda la de Barricada, la de El Drogas, en realidad iniciada con Robe, con un tono más combativo y de mala hostia, y la tercera la de Burning (primero con Toño Martín y después con Pepe Risi y contigo), de la que son herederos Los Zigarros, Pereza y después Leiva, etc… ¿Cómo lo ves? ¿Me equivoco?

No no, yo creo que afinas, que afinas bastante bien la movida. Ser un referente es un orgullo, te hace sentir muy bien. No soy yo quien tenga que decirlo, sino gente como tú que tiene la sensibilidad de darse cuenta de esas cosas. Yo metería incluso al Loco en la escuela Burning.

Hablando de Leño, mucha gente dice que su gran acierto fue ser los primeros que hablaron con el lenguaje de la calle. Completamente de acuerdo, pero coño, vosotros también estábais ya ahí.

Hombre, pues sí, estuvimos incluso un poco antes. Pero esto no es una guerra de fechas.

Pero sí es verdad que no cuesta nada hacer un poco de justicia histórica.

Sí hay quien se pone muy vehemente con eso, como defendiendo los colores de su equipo. Pero yo no le doy importancia y estoy a gusto así. Nosotros no éramos tan urbanos, en el sentido de rock más politizado. Nosotros éramos unos chavales de barrio periférico que no querían quedarse ahí, en el barrio de las afueras, donde tanta gente se quedó colgada… fuimos unos chavales que decidieron ir al centro de la ciudad a oler a las mujeres, a oler la noche. Lo único que queríamos era pillar cacho, éramos unos golfos.

Y 40 años después, planeando el siguiente disco…

Pues sí. El pepinazo que ha sido «Pura Sangre», lo bien que apesta a rock’n’roll, lo bien que ha sido recibido, los 50 conciertos que hemos dado, nos han puesto las pilas. Ya estamos componiendo para tener un nuevo disco en 2015, o 2016 a más tardar. Chicos y chicas… ¡nos vais a tener que aguantar un rato más!

AMPLIACIÓN DE LA ENTREVISTA PUBLICADA EN ABC

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