Género: Hardcore
Sello: Bola 9
9/10
Al más puro estilo Rage Against The Machine, los madrileños Habeas Corpus y los valencianos Chicos del Maíz unen sus fuerzas en la causa antifascista, en un cóctel explosivo de seis canciones que no deja títere con cabeza…
Los Artistas Unidos de la Revolución, como titulan su mini-elepe, hacen apología en pos de la contestación social a un sistema criminal que recorta servicios básicos a los ciudadanos, que desnuda a los pobres para que los oligarcas se lo repartan en sobres en la contabilidad B del partido. El pan nuestro de cada día de lo que vivimos en uno de los países más corruptos del hemisferio occidental es convertido en poesía arrebatadora, en ritmo trepidante por los Habeas Corpus con la inestimable ayuda de Los Chicos del Maíz. En total, 28 minutos que se pasan volando, lástima que no hayan plasmado más tonadas (solo las justas) en un álbum necesario como pocos, que pone los puntos sobre las íes. Lástima que no hayan incluido esa perla llamada “Terrorismo” (su primera colaboración juntos), que iba como bonus-track en la “Pasión de Talibanes” de los raperos levantinos, reeditada con amplio y gustoso documental.
De inicio, “Guerras Púnicas” marca la ruta a seguir, el road-map de la conexión Madrid-Valencia, capitales del estado durante la II República Española y en la actualidad capitales también de la mafia Gurteliana. El plástico llora sangre: “Ni Rockefeller, ni conspiranoia, hay lucha de clases, subnormales…” escupen en los primeros compases y añaden a coro: “Madrid-Valencia gritan lo mismo, cavando juntas la tumba del fascismo. Madrid-Valencia, ciudades calientes. Cortijos particulares de Rita y Cristina Cifuentes. Guerras púnicas. Rap con banda. Habeas Corpus y Los Chicos del Maíz: RIOT PROPAGANDA”. A continuación, en la canción homónima que da título al proyecto conjunto vuelven a la carga, clarificando programa e influencias. “Avanza esto es Riot Propaganda. Nivelaremos la balanza entre el estado y el que manda. No te pares, sigue erguido, alza el puño y canta. Hoy el pueblo se levanta, es la hora de la venganza”.
Tercer capítulo: “Dignidad, guitarras y cintas del video”, con riffs poderosos como elefantes, esos paquidermos que gusta de cazar el jefe de estado: “Otra batalla perdida, otra cerveza fría, otra razón más para la rebeldía…”, mientras platican de la violencia estructural del estado, del desamparo de los más desfavorecidos: “Violencia es que Cospedal tenga tres sueldos mientras el pueblo busca en papeleras…”. La vida misma, en verso y en technicolor. “Otro día de recortes, de desahucios, más dolor familiar por no poder pagar. Otra primavera que lo intenta pero no prospera por una falta preocupante de conciencia obrera. Otra persona durmiendo en la acera; eso sí es violencia y no la resistencia minera… No llaméis libertad a este espejismo de comodidad, no despreciéis la dignidad, ella es nuestra última oportunidad”. Amén.
“Vivimos un drama, Occidente se desintegra…”. Idealistas como pocos, inasequibles al desaliento, pronostican en que “El miedo va a cambiar de bando”, en estos pagos tóxicos: “cultura de pandereta y farla”. Parafraseando al Ché, “Hasta la victoria siempre”, quizás la tonada más cañera del grupo, donde arremeten contra lo divino y lo humano bajo la lógica jacobina de ‘victoria o muerte’, puro discurso dialéctico del marxismo más insobornable, reivindicando a Robespierre, “estas letras me las susurra en sueños Erick Hornecker…” (mal escrito, pues el dirigente de la extinta R.D.A. se llamaba Erich Honecker, desconocemos si se trata de una errata o es algún artista que usa ese nombre modificado). Como sarcasmo puede valer, pero invocar al viejo dirigente comunista alemán (y represor) ya fallecido, es mi modesta opinión es un poco excesivo y erróneo en un disco luminosamente libertario como este, un personaje acartonado cuyo inmovilismo desencadenó la tragedia… y cuyo paralelismo recuerda la actual situación en nuestro país del bunker gubernamental ante las legítimas posiciones soberanistas de Catalunya y Euskal Herria) con puñaladas como esta: “Duran i Lledia es un hijo de perra criticando el PER”.
Pero no es el único político que sale mal parado, puesto que el disco es especialmente agresivo con esos demagogos neocon que tanto daño han hecho a la convivencia en nuestro país: Aznar, Cristina Cifuentes, Esperanza Aguirre (a las que se citan en varios versos) y de forma palmaria con Manuel Fraga Iribarne, a cuya memoria, como represor del franquismo y personaje detestable que reivindicaba la calle como suya mientras ordenaba rapar a las mujeres de los mineros en huelga, dedican el Outro final, una locución radiofónica que no tiene pérdida… HABEAS CORPUS + LOS CHICOS DEL MAÍZ, en estado puro, con una despedida muy especial, con la preciosa balada existencialista “El peso del tiempo”. Pasan amores y desengaños. ‘Sé que el tiempo no ha de volver, porque el tiempo es historia, sé que nada volverá a ser, excepto en mi memoria’, donde participa el rapero Jerry Coke como invitado de lujo. Papá y Mamá no han de volver. El Estado del bienestar se desvanece. El tiempo es un asesino. Poesía, Bertolucci, Novecento. RIOT PROPAGANDA, pura dialéctica subversiva en ciudades en llamas de la vieja y fría Europa.