HRB fue uno de los primeros (si no el primero) medios españoles que entrevistó a esta banda californiana cuando debutó en nuestros escenarios hace seis meses. Aquí tenéis nuestra charla con ellos, en la que nos contaron cómo dieron puerta a su productor, Dan Auerbach de los Black Keys, porque no les molaba cómo estaba quedando su disco «Hung at Heart», y sus impresiones ante su primera gira española. Este miércoles vuelven a Madrid (con nuevos temas como estos incluidos en su nuevo EP «Not Psych!») para tocar en la sala Taboo acompañados por Tomorrows Tulips, y os recomendamos que os hagáis con una entrada AQUÍ porque promete de lo lindo.
Miércoles 6 noviembre @ Taboo (C/ San Vicente Ferrer 23)
22.00 horas * 12€ anticipada / 15€ taquilla
Entradas en Cuervo Store y Ticketea
Muchas veces se usa el latiguillo del “grupo con mundo propio”, pero en pocas será tan acertado como en el caso de The Growlers. Su imaginario personal no encuentra comparación en la actual escena, y ha hallado una acertada etiqueta bajo el término “BEACH GOTH”: una mezcla de psicodelia, surf, sexo, hipsterimo homeless a lo Kerouac y la sensación arrastrada del twang de la guitarra. Por encima de esta psicotrópica combinación, los fraseos y la personalísima voz de Brooks Nielsen parecen proyectados desde un fumadero de opio contiguo.
The Growlers publicaron en enero “Hung at heart”, uno de los discos del año, de belleza atemporal y profundas letras. Este disco, y su encantador directo, tan alejado de los cánones, son los que les están catapultando a una definitiva fama internacional. Tras haber girado previamente con Vampire Weekend, Devendra Banhart o Dr. Dog, y haber actuado en festivales como Coachella, Lollapalooza y Rock in Rio, el otro día asistíamos atónitos a cómo más de 15000 personas presenciaban su concierto a las 3 de la tarde en el Outside Lands de San Francisco.
El plato está ya cocinado y listo para saborear, pero no ha sido fácil llegar hasta aquí. El chef indie Dan Auerbach, de The Black Keys, muy fan de los Growlers, les invitó a grabar “Hung at Heart” en su estudio, pero, tras una semana de grabación, el grupo decidió que la receta se estaba sobrecocinando, así que decidieron llevarse los ingredientes a su cocina casera para comenzar el plato de nuevo. “Hung at heart” ha publicado por Everloving Records, aunque algunas de las maquetas rescatadas de aquellas grabaciones con Auerbach fueron editadas por Burger Records en un cassette que, lógicamente, en seguida se ha agotado. Ayo Silver!, por su parte, editó un 10” especial para la gira que voló y que ahora mismo es ya pieza de coleccionista (el sello sigue editando nuevo material suyo, consúltalo en su web).
Pero todo esto carece de sentido si nos olvidamos del directo, momento que revela la verdadera dimensión de The Growlers. Sus actuaciones son casi actos de fe comunales que juntan en un mismo espacio a la chavalería mexicana de Los Angeles con la comunidad hipster, gay y psicodélica, y que han sido descritas, atención, como sigue: “fuimos a un concierto de los Growlers, todo el mundo estaba serpenteándose como gusanos drogados, fueron los peores bailes que nunca había visto, y todos parecían freaks con demenciales cortes de pelo surfer y chicas enseñando las tetas”.
Pocos grupos más apropiados para telonear a The Growlers que sus vecinos Tomorrows Tulips, formados por el icono del surf Alex Knost y su colega Ford Archbold. Podemos escribir nuestras propias íneas, pero uno de nuestros ídolos, Brent Rademaker de Beachwood Parks, ha escrito esto a lo que no podemos añadir ni una coma: “Nacido y criados en el Sur de California, estos dos tipos están manteniendo viva la tradición de la música underground que se pasea entre la bajona y la felicidad, entre lo arty y lo desafinado. Pero ojo, no son revivalistas, en su mente ¡todo está sucediendo ahora!”
Presentan nuevo disco, “Experimental Jelly”. Se salen, y además editan en Burger Records. ¿Qué más podemos pedir?