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Entrevista con FRANZ FERDINAND: «Nos encanta que haya frikis que graben nuestros conciertos»

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Volvemos fuertes de las vacaciones, con la versión completa de nuestra entrevista con Alex Kapranos y Bob Hardy (publicada en ABC), realizada durante una visita que hicieron a Madrid este verano. En ella nos cuentan los entresijos de la grabación de «Right thoughts, right words, right action» (Domino/Pias), su nuevo disco, el segundo en ocho años. Por cierto, aquí tenéis la crítica de este nuevo trabajo, escrita casi a vuelapluma tras escuchar el disco un par de veces a mediados del pasado junio.

franz-ferdinand-2013-640x436Las listas de ventas ya empiezan a sentir los primeros temblores ante la inminente llegada del terremoto Franz Ferdinand, que regresa hoy con «Right thoughts, right words, right action», un disco que tiene cierto aire de vuelta atrás, de regreso a ese punto en el que eran una de las bandas fundamentales del nuevo siglo. En 2006 habían editado dos de los álbumes más infecciosos de la década prácticamente seguidos («Franz Ferdinand» en 2004 y «You could have it so much better» en 2005), reventaban todo festival que pisaban, y su gentileza estilística ponía en sus manos la redefinición del canon estético del indie-rock. Pero el inexorable lado oscuro del negocio entró en juego, y sus ganas -que no su talento- de fabricar hits inmediatos se diluyeron en un tormentoso océano mediático cuyo oleaje los arrojó a la deriva, haciendo que no hayan tardado uno, sino ocho años en entregar los dos siguientes álbumes.

 

Vuestro primer disco fue muy adictivo, el segundo muy potente, el tercero, algo irónico y funky… ¿cómo describiríais la personalidad de «Right thoutghs…»? Hay algo muy veraniego en él…

(Alex Kapranos) Sí, sí… hay algo de eso porque es un disco muy positivo y optimista, con mucha vida dentro. Es difícil resumirlo en pocas palabras, pero estoy seguro de que hemos hecho un gran trabajo, especialmente en cuanto a marcar un contraste con respecto a «Tonight», que era muy oscuro e introspectivo. «Right thoughts» es sin duda un disco mucho más animado… aunque sólo en la primera escucha. Luego se encuentran más matices.

Es perfecto para festivales y grandes conciertos, creo yo.

(A. K.) Oh sí, lo estamos tocando prácticamente entero y está gustando mucho. Es la primera vez que hacemos esto, tocarlas antes de que se publiquen. Tiene que ver con la energía que hay en las canciones, que es muy buena.

¿Os ha resultado difícil romper el molde, tratar de hacer algo nuevo como Franz Ferdinand?

(A. K.) Nos llevó un tiempo encontrar la manera de pulir las canciones, de decidirnos acerca de cómo tocarlas o qué sonido tendrían. No diría que fue difícil, pero sí nos llevó un tiempo, también por el hecho de grabarlas tocando juntos en directo.

(Bob Hardy) Las canciones crecieron mucho más en el estudio que en el caso de la grabación de «Tonight», y creo que ahora hemos acertado dejando que fuera así.

(A.K.) Además, respecto al resultado final todo quedó muy fresco, intentamos dejar como buenas las tomas más espontáneas. La cosa no duró más de dos semanas.

(B. H.) Para mí, trabajar de esta manera fue esencial, porque necesitábamos hacer algo que fuese divertido, no como unas aburridas sesiones por turnos. Hacer que Franz Ferdinand sea divertido es fundamental para poder compatibilizarlo con la vida normal.

Me ha gustado «Evil Eyes», que suena como una fiesta de disfraces de terror ochentera.franz-ferdinand

(A. K.) ¡Jajajaja! Puedo visualizar esa idea, sí, ¡jaja! Pero todo empezó como una idea acerca de lo supernatural, que viene de mi cultura griega, el mal de ojo y todo eso. Mi abuela, que murió hace poco, era una mujer religiosa pero a la vez también era muy supersticiosa, y estaba obsesionada con el mal de ojo. Nos leía el futuro en los posos del café, ¡y daba la casualidad de que siempre se cernían terribles tragedias sobre nosotros, jajaja! Es un tema que se repite a lo largo de todo el disco, la lógica cerebral versus la superstición, lo irracional, lo primitivo… esa necesidad de creer que hay algo más…

Que en el fondo siempre está ahí por mucho que se niegue.

(A. K.) ¡Sí, eso es! Nuestra mente dirigida por la lógica trata de eliminarla, como para aliviarnos.

«Treason! Animals» es de las más curiosas, con esos teclados sixties y esa guitarra tan, no sé… distinta.

(A. K.) El riff de guitarra salió trabajando en mi estudio en Escocia, intentando sacar una melodía debajo de otra melodía, algo extraño, como hipnótico, un mantra. Eso se transmite más hacia el final de la canción. La canción va sobre el aislamiento, cuando creas tu propia versión de la realidad, y te imaginas estar rodeado de árboles y animales, y puedes proclamarte el rey del bosque. Porque ¿quién va a negar que lo seas? ¿los árboles?

Así que el título tiene un juego de palabras, que parece inspirado por un estado alterado de conciencia.

(A. K.) ¡Jaja! Quizá, quizá.

«The Universe Expanded» es otra pildorita psicodélica, pero muy diferente. ¿También la tocáis en directo?

(B. H.) Esa apenas la hemos tocado todavía, porque tiene una producción muy diferente, que hace que sea muy complicado reproducirla en directo. Al menos del mismo modo, del modo en que suena en el disco. Además, al ser lenta, el público se quedaría un poco parado. Quizá ahora cuando salga el disco sea más fácil que ese tema conecte con el público.

(A. K.) Nos ha llevado un tiempo saber cómo enfocar ese tema en directo, cómo ejecutarlo. Sabíamos qué atmósfera debía tener, que sensación queríamos crear en el oyente, pero no cómo alcanzarla. Puede que todavía no lo tengamos claro al cien por cien…

(B. H.) Es que es una canción difícil, realmente difícil en directo…

(A. K.) Sí, pero lo conseguiremos, estoy seguro. Llevará un poco de tiempo, de darle vueltas a la cabeza, pero al final sabremos cómo tocarla de forma que público y grupo quedemos satisfechos.

Cuando tocáis un tema nuevo en directo, al día siguiente está en YouTube. ¿A vosotros eso os mola? Lo digo porque algunos artistas dicen que les molesta mucho, que prefieren guardar las sorpresas para los fans de los siguiente conciertos…

(A. K.) Buah, qué tontería.

(B. H.) A mí personalmente, me encanta navegar por YouTube para ver cómo mis artistas favoritos transforman sus canciones en directo. Es excitante.

(A. K.) Además, esto no es nuevo ni mucho menos. La gente lo ha hecho toda la vida llevándose grabadoras de cassette.

(B. H.) Qué sería de los grupos sin los hardcore-fans… Yo quiero que estén ahí. Me gusta que haya frikis que quieran registrarlo todo, con los años siempre se agradece.

(A. K.) Además, yo prefiero que los fans sepan de qué va un nuevo disco escuchando las primeras interpretaciones, las espontáneas y naturales, a que sepan de qué va a través de las entrevistas, ¡jaja! Y también mola ver cómo una canción va evolucionando con los años… y eso se puede hacer cómodamente en YouTube.

De todos modos, ¿creéis que vuestros discos hacen justicia a vuestro directo? Os vi un par de veces hace años, y me dio la sensación de que las canciones crecían bastante más sobre el escenario.

(A. K.) Como este es un disco grabado en directo, creo que éste último sí. Lo que hicimos fue intentar reproducir el ambiente de las grabaciones de la BBC, como las «Peel Sessions» y cosas de ese estilo. Fuimos a tocar unas cuantas a los estudios Konk de Ray Davies en el norte de Londres, frente a una pequeña audiencia, y creo su supimos captar algo de esa energía y plasmarla en la grabación.

(B. H.) Hay canciones como «Bullet», por ejemplo, que capturan perfectamente nuestra energía en directo, lo que somos como banda en un concierto.

(A. K.) Todo lo que hicimos fue intencionadamente dirigido a elaborar un disco que sonara humano, sin correcciones de Pro-Tools. Con alguna canción, al oírla en directo te ocurrirá que no escuchas todos los sonidos que hay en el disco. Pero como dice Nick, con «Bullet» no ocurre eso. No hay un sólo overdub, es sólo dos guitarras, voz, bajo y batería tocando juntos. Bueno, en realidad la voz la grabé más tarde… pero la de ese tema sigue siendo una grabación muy cruda.

¿En cuántos lugares distintos se desarrolló la grabación, entonces?

(A. K.) La mayoría del proceso de composición fue en los Sausage Studios de Nick, en Londres, y la grabación en mi estudio de Glasgow. Casi todas las mezclas se hicieron en el Club Ralph de nuestro ingeniero de sonido. También hicimos un par de temas en Estocolmo con Bjorn Yttling, y luego yo también estuve en Oslo grabando voces un par de días.franz-ferdinand-tocaran-en-el-dcode-2013

¿Por qué sólo diez canciones?

(A. K.) Porque es todo lo que necesitas.

(B. H.) Teníamos unas 20 canciones, que luego se redujeron a 16. Y nos parecía demasiado largo…

(A. K.) Sí, nos dijimos: «seamos más concisos».

(B. H.) Ninguna nos disgustaba realmente, pero eliminamos las que no parecían tener una relación «amistosa» con las demás.

(A. K.) Cuando ya estábamos al final de todo el proceso de descarte, teníamos un disco de 11 canciones. Íbamos a incluir otra que era… «Scarlet & Blue»… ¿no?

(B. H.) No, era «Bring me your love».

(A. K.) Cierto, «Bring me your love». Funcionaba muy bien en los directos, lo pasamos en grande grabándola, pero a la hora de buscarle un sitio en el tracklist, vimos que el disco parecía peor con ella que sin ella. No sé explicarte bien por qué, pero lo sentíamos así. El disco parecía más poderoso con 10 canciones que con 11, las que elegimos mantenían una línea en cuanto al mensaje… era tal y como un disco debe ser. Así que se quedó fuera.

Lo editáis en vinilo ¿verdad? Aquí en España parece que el revival del tocata sigue fuerte.

(A. K.) Oh, sí, sí, por supuesto. Me alegra muchísimo oír eso. En realidad para mí no hay revival, en mi caso el vinilo nunca se fue, ¡jaja!

La pregunta tonta, ¿por qué ese título?

(A.  K.) Right thoughts, right words, right action… ¡right title! ¡jajaja! En realidad se nos ocurrió casi al final, nos pareció bien para refelejar la atmósfera de energía positiva del disco.

¿Hay algo que os arrepintáis de no haber hecho en este disco?

(A. K.) Emmmm… (piensa largo rato) Creo que no. No suelo arrepentirme de nada en la vida en general… Pregúntame dentro de veinte años y seguro que te diré un montón de cosas, pero ahora no se me ocurre nada.

Cuando lográsteis un descomunal y repentino éxito con vuestro debut y el segundo disco, ¿os fue fácil manteneros al margen, concentraros en la música?

(A. K.) ¡No! No… La fama y el éxito llegaron a desconcentrarnos por completo de la música. Yo no me daba cuenta, pero estaba ocurriendo. El éxito fue una distracción terrible. El exceso de exposición mediática hizo que fuéramos conscientes de nosotros mismos como banda de éxito internacional. Si no paras de hablar de ti mismo durante meses, terminas siendo demasiado consciente de ti mismo como para mantener tu espontaneidad, y cuando eso ocurre, las buenas ideas no fluyen. Al preparar este disco estábamos curados de espanto, así que apenas hemos dado entrevistas en los últimos cuatro años, ni le hemos contado a nadie lo que estábamos haciendo. Lo escribimos y grabamos en silencio.

Termino con esto: ¿os ha resultado fácil elegir los singles de este nuevo trabajo?

(A. K.) La compañía de discos enseguida tenía sus dos favoritas, y se desencadenó una larga discusión acerca de si eran las ideales, si metíamos una o las dos, si la cambiábamos por alguna que nos gustaba más a nosotros…. Y me encantó que eso pasara. Cuando esas discusiones ocurren, significa que hay mucha excitación, y eso siempre es bueno.

Para mí, lo mejor del disco es sin duda «Stand in the Horizon», una maravilla de canción.

(A. K.) ¡Brilliant! ¡Thanks!

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