Un millón de discos por año. Con esa cifra nada desdeñable en estos tiempos de pirateo que vivimos, The Script es uno de los grandes fenómenos superventas del pop. El Palacio Vistalegre acogió el pasado este viernes el único concierto en España de este trío irlandés que, desde su debut en 2008, ha despachado casi cinco millones de copias de sus tres álbumes. “Hay unas vibraciones increíbles en el aire cada vez que venimos a tocar a España, por eso hemos vuelto para presentar “#3” –así se llama su última entrega-, un disco de título fácil, porque lo grabamos en el Estudio 3 y además somos tres en el grupo”, comenta jocoso su cantante, Danny O’Donoghue.
Si este es o no el mejor trabajo de The Script hasta la fecha, es algo difícil de decir para él. “Creo que todos los discos lo son. Este siguió un proceso de grabación muy parecido, basado en ideas surgidas de improvisaciones. A veces nos imaginamos cómo sonarían en un concierto, pero por encima de todo, la concentración está en hacer buenas canciones. En cuanto a las letras, cuentan historias que hemos experimentado, pero con las que cualquiera podría sentirse identificado. Tratamos de ser honestos y hablar de las cosas que nos ocurren, pero sin dejar de buscar la conexión con la vida de los que nos escuchan”.
Alguno podría pensar que después de cuatro años en la cima, un grupo como este ya ha cumplido sus sueños y el siguiente paso es acomodarse. Pero nada más lejos. “Nuestro objetivo –dice O’Donaghue- es seguir creciendo. Llegar es difícil, pero lo es aún más mantenerse, y ese reto es lo que hace que no queramos detenernos”.
Quizá por eso, al citar a los artistas más influyentes en su música, nombre a conocidos veteranos que siguen en activo, terminando con sus satánicas y longevas majestades. “Diría tres: U2, porque nos enseñó que una banda irlandesa podría tener un éxito masivo a nivel planetario; Jeff Buckley, porque su disco “Grace” es uno de nuestros favoritos; y los Rolling Stones, porque… ¿cuánto tiempo llevan tocando? Ellos simplemente siguen y siguen. ¡Eso sí que es un trabajo indefinido! ¡Queremos durar tanto como ellos!”.
