Tras la espera de rigor en el hall del edificio de Warner Music España, me dan paso para entrevistar a Rulo, ex componente de La Fuga, que publica su tercer disco en solitario, el segundo de estudio. “Especies en Extinción” se llama, y posiblemente ni él mismo ha reparado en que no serán pocos los que piensan que son músicos como él los que quedan retratados en el título. Compositores de rock español de toda la vida, con sencillez, gancho, olores callejeros y un decidido pulso poético. Todo un hándicap en estos tiempos que corren. Dice acordarse de las entrevistas que hemos hecho por teléfono («un par de ellas, ¿no?»), y me recibe con un cálido saludo que da paso a una charla en la que se muestra transparente como el agua misma.
El disco ha gustado mucho, incluso a la prensa.
Lo de la prensa sí que no me lo esperaba, la verdad. La primera barrera, que sois vosotros, la superamos bien. Y parece que el público también está contento. Ha sido una gran alegría porque soy muy crítico conmigo mismo. Hice 28 canciones para dejar 11, así que imagínate si me exijo. Sólo he dejado una de cada tres.
Pero aparte de esas 11 hay otras 3 que rondan por ahí…
Una de ellas, “La cuesta de tu corazón”, no me gusta nada. Igual a un fan le molaría, pero yo ahora no me identifico nada con ella, no me late. Las otras dos sí me gustan, “Delirios locos” y “Esperando el anticiclón “, que van para el iTunes. Podrían haber entrado en el disco, pero no quería más de 11 canciones, que si no se dan de hostias entre ellas.
El signo de los tiempos impone discos cortos.
Es una vuelta hacia atrás que, bien mirada, mola y todo. Porque es como volver a la duración del vinilo. Hemos sacado 500 copias en vinilo, lo cual para mí es la leche porque es mi primera vez. Ni en solitario ni con La Fuga había publicado en vinilo, y cuando me lo dieron fue una emoción muy grande. Lo abrí, lo olí… y fue un gustazo tremendo.
¿Hubo alguna premisa a cumplir a la hora de componer estas canciones?
Que las 11 fueran diferentes entre sí. No quería hacer 11 temas iguales o parecidos, quería que cada una habitara un universo distinto. Luego viene “la puta de mi voz”, como digo, yo, y las unifica un poco.
“Especies en Extinción” tiene cierto trasfondo social, pero es tremendamente sutil, excepto en “Divididos”, que las alusiones son claras.
A mí me gustan grupos con mensaje social, y grupos sin él. Pero a mí lo que me va es buscar un punto intermedio, es el traje con el que me siento cómodo. No es por no posicionarme, porque lo hago, pero no quiero ser tan explícito porque no va conmigo, y justo hacerlo ahora… no sé, me sabe a oportunismo, a panfletario. Algunos me dicen “es que no te mojas, tío”, pero no es eso… “Divididos” la resumo como una doble situación de crisis. De la ventana hacia fuera todo se está yendo al carajo, pero dentro también, de ahí lo de “entre tú y yo levantando un muro”. Aunque al final, hablando con amigos sobre la canción, he entendido que es de mis temas más “políticos”, por decirlo de algún modo.
¿La canción surgió de un momento concreto, de una gota que colmó el vaso, o la fuiste escribiendo o pergeñando poco a poco?
No hubo una noticia que fuera el punto de inflexión, fue más bien de ir quemándome poco a poco e ir pensando en cómo plasmarlo en una canción. Yo antes veía mucho el telediario, en mi casa siempre se veía, desde el principio hasta el parte meteorológico, como decía mi abuelo. Pero ha llegado un momento en el que sólo puedo ver los deportes, porque creo que el mal rollo se contagia, las noticias son para echarse a llorar. De hecho, si viera las noticias igual ni hubiera sacado este disco, me hubieran convencido de que no hay nada que hacer, de que todo está perdido. Es descorazonador, y mira que hemos visto cosas heavies antes, pero es que ahora todo es lo peor. Y más teniendo una niña. No quiero que vea todo eso, porque nos están metiendo el miedo en el cuerpo, quieren acojonarnos, y yo quiero que ella vea cosas positivas. Yo, por eso procuro de rodearme de gente positiva para trabajar, desde el estudio hasta el “merchan”.
Una de las frases que más me ha gustado del disco es “En este mar de gente es infeliz cualquiera”.
Rulo abre los ojos, me pide que me levante y le acompañe. Cruzamos las oficinas de Warner hasta una habitación donde tiene las cajas de merchandising. Abre una y saca una sudadera. “Mira tío, es la frase que he elegido para el merchan oficial”. Joder qué puntazo, me digo…
Soy muy obsesivo con el merchandising, me gusta tenerlo bien controlado y que salgan cosas que me molen, por eso está en manos de una persona de mucha confianza.
Te rodeas de gente positiva, pero tienes momentos oscurillos como el de esa reflexión, que está en la letra del tema “La Flor”.
Somos demasiada gente en las ciudades, me parece. Y casi todos, infelices. “La Flor” es un canto al desencanto urbanita. Y yo, aunque viva en Reinosa soy muy urbanita. Es una de las 3 canciones que más me gustan del disco, y quiero hacerle un videoclip. Y eso que es un reto, porque dura más de 6 minutos. Ahora sí merece la pena hacerlo, sin embargo, gracias a internet. Porque en la tele ahora no te ponen un vídeo tan largo ni de coña. Antes sí, acuérdate de “November Rain”.
¿Cómo sería el vídeo?
Me lo imagino en Nueva York, porque cuando estuve me pareció perfecto para expresar ese desencanto. La idea sería hacerlo en blanco y negro, y que por toda la ciudad hubiera cartelitos en color con la flor, y yo como buscándola por todos lados.
«El desamor es de las cosas que más me inspiran para escribir, incluso para escuchar»
También mencionas Nueva York en la última canción.
Sí, porque joder, la conocí tarde pero me ha dejado alucinado. Yo pensaba que había viajado mucho, o bastante, como a 29 países tengo contados, pero cuando vas a Nueva York te das cuenta de que te falta mucho por ver. No conozco a nadie que no le haya gustado esa ciudad.
¿Y la canción que más te gusta, por cierto?
“Buscando el mar”.
En el disco hay desamor a raudales. ¿Es de las emociones que más te impulsan a escribir?
Sí, las idas y venidas sentimentales siempre están ahí, con tu pareja, en las de colegas, en historias inventadas. Sí, es de las cosas que más me inspiran para escribir, incluso para escuchar. “A solas”, que es las tercera que más me gusta por cierto, tiene ese punto de desgarro que busco como oyente.
A mí la que más me ha gustado es “Mi pequeña cicatriz”, fíjate.
Me gusta mucho también. Hay canciones como “El prota” que podía haber compuesto con La Fuga, hace 8 años, y que sabía perfectamente cómo debían sonar antes de llevarla al estudio de grabación. Pero “Mi pequeña cicatriz” es otra historia, la llevé sin saber muy bien cómo vestirla. Es un blues, y que me perdonen los puristas si creen que no…
Es un blues, joder.
Le dije a Pati (guitarrista) que llevaba años queriendo hacer un blues, pero que no sabía cómo enfocarlo. Y dijimos: “Mira, vamos a coger una botella de whisky y nos encerramos en una habitación de hotel a ver qué sale y bla, bla bla…”. Al final di con ello en casa, jaja. Le puse a Pati lo que había grabado y le encantó, pero cuando la llevamos al estudio… la empezamos a montar y no sonaba, tío. Me gustaba más cómo me quedaba en mi casa. La tocábamos como muy bajo todo… demasiado puro o algo así. Había que echarle un poco más de huevos, de mala leche, sobre todo en el estribillo.
Es un disco de estribillos con mayúsculas, por cierto. Hasta en el libreto aparecen en mayúsculas –cosa que no siempre se hace-, como para enfatizarlos más todavía.
Eso es porque yo paso los textos así en Word.
Ya, ya, si es broma. Me refería a que funcionará muy bien en directo porque está plagado de estribillos muy coreables.
Como decía Paul McCartney, no me interesa ninguna canción que no se pueda silbar. Cuando oigo una canción muy marciana, muy majara, no, no… No me mola tío. Hay canciones de pop que son malas porque la letra no tiene contenido, pero si lo tiene, y la melodía es bonita… eso es una canción. Me gusta lo cantable, lo pegadizo no tiene por qué ser una mierda.
La colaboración de Bunbury en el último tema es una pasada.
Me propuso alquilar un estudio en Cádiz unos días, pero yo estaba terminando el disco. Así que mandé a Chinas, nuestro técnico de sonido. Estuvo durmiendo allí en su casa y grabando su voz para el tema. Cuando volvió Chinas, paramos todo lo que estábamos haciendo para escuchar el resultado, y fue… fue uno de esos momentos que no olvidas. Es como “¿esto va a sonar en mi disco?”. Qué fuerte. Al principio ni Bunbury ni yo pensábamos que funcionaría, porque yo tengo una voz muy rasgada y grave, y él es un chorro de voz, algo más aguda. Hicimos la colaboración sin decirnos nada sobre nuestras dudas, sólo las comentamos después, con la joyita ya pulida, jaja.
Ya habías colaborado con él, no obstante.
Sí, de hecho esta colaboración surgió hablando después de subirme con él al escenario en Santander. Es la leche, que gente como él o como Fito, a los que he escuchado desde pequeño, me digan que les gusta lo que hago. Con algunos he comido en su casa, con otros me he emborrachado, con otros he tocado en directo muchas veces, y aun así me sigo pellizcando sin creer que sea cierto. Qué cosas más bonitas tiene la música. Igual por ahí ahora mismo hay un chaval de 15 años que es fan mío, y está grabando algo en un local de ensayo, y me termina gustando mí y le invito a tocar algún día. Me encanta imaginármelo.
AL TERMINAR LA ENTREVISTA, RULO SE SOMETIÓ AL «MÍTICO» TEST DE HRB. ¡NO OS LO PERDÁIS!
Muy buena!