Amigos de la música con chicha, de los desarrollos psicodélicos, de las canciones con intra-canciones, de los viajes alucinados con campamento base en el blues… En resumen… enemigos de lo masticadito, debéis conocer cuanto antes a esta banda madrileña que además de un interesantísimo disco titulado «¿Fue Mike o el ataque de los gordos atómicos?», tiene un sentido del humor de lo más apetecible.
¿Qué música hace Cebollita Macabra?
Hacemos canciones muy chuflis y elaboradas, para poner a prueba a la audiencia. En realidad, hacemos lo que hacemos porque nos gusta, aunque perfectamente podríamos hacer otras cosas. Lo único que queremos decir con esto es que la música de Cebollita Macabra es de difícil clasificación y que no estamos sujetos a ningún estilo concreto a la hora de componer. Aunque hoy en día podría decirse que nos movemos en una amalgama de estilos que abarca desde el funk al progresivo o la psicodelia más pura, algún toque de rock matemático, algún pasaje jazzístico, un puente ambiental, un poco de rock duro… Nos deslizamos por diferentes estilos para crear narraciones instrumentales.
¿Cómo fue el proceso de grabación de “Fue Mike…”, cuánto os llevó y dónde se realizó?
La grabación del disco fue una experiencia muy enriquecedora que nos llevó poco más de una hora. En las pruebas de sonido de un concierto en la Sala Juglar de Lavapiés, el técnico nos ofreció grabarnos el concierto, le dijimos que sí y aquí está el disco. Lo jodido vino después, tardamos un año en conseguir el dinero para fabricar las copias. Menos mal que el negocio salió bien y ahora estamos montados en el dólar gracias a todas las copias vendidas.
Vuestra forma de entender la música es muy atractiva y sugerente, ¿qué debería buscar la experimentación musical de Cebollita Macabra en el futuro?
Los caminos del señor son inescrutables. Vamos, que no tenemos la más remota idea. Podríamos hacer cualquier cosa, dentro de unos márgenes o de ciertos criterios de calidad musical o algo así, si es que existen.
¿Qué tipo de conciertos buscáis? ¿Sois fierecillas del escenario o más bien de los que van a lo suyo? Por lo que pudimos ver en la salida del Azkena os va la marcha que no veas…
Hasta hace un par de meses hemos tocado siempre que hemos tenido la oportunidad, buscando conciertos en salas y tocando donde y cuando se nos ha reclamado sin rechistar: cumpleaños, okupas, antros sin licencia, sótanos oscuros abarrotados de yonquis, discotecas de moda… Pero ahora mismo no hacemos ni una cosa ni la otra, estamos un poco quemados de tocar por tocar, y de comportarnos como putillas en celo. Estamos aprovechando ese resquemor para preparar la grabación del tercer disco. La marcha nos va, pero como somos tan desgraciados en los conciertos a veces pecamos de independientes, a veces nos sobremasturbamos en público, pero somos conscientes de ello y nos esforzamos bastante por resultar más frescos. Bueno, un poco, solo nos esforzamos un poco o más bien nada.
Por cierto, el título “Fue Mike…”, ¿cómo surgió?
Barajamos varias opciones pero ninguna le convencía a uno de los miembros del grupo, en una discusión soltó ese nombre para burlarse de todas las propuestas y nos quedamos con él, aunque tampoco le convencía.
¿Procuráis mantener un sello reconocible? Porque parece que os dejáis llevar mucho…
Nos dejamos llevar bastante, pero los que formamos el grupo somos los que somos y nuestra forma de tocar está ahí, de alguna manera se verá reflejada hagamos lo que hagamos. Nos gusta la buena música, ese es nuestro sello reconocible, hacer música de calidad sin grandes prejuicios. Quizá esto sea demasiado ambiguo y pretencioso.
¿Cómo se ha desarrollado vuestra trayectoria en directo?
Desde que dimos el primer concierto hace tres o cuatro años, no hemos parado nunca de tocar y hemos ido mejorando poco a poco. Debido al tipo de canciones que hacemos, el directo siempre ha sido algo esencial para el grupo, pues los temas largos y complejos tardan mucho tiempo en definir su estructura. Los temas que hacemos son canciones vivas, en continuo cambio, que tardan en desarrollarse y definirse, para lo que nos hemos servido de los directos. También por esa razón, nuestro primer disco es un directo, porque era así como tenía que sonar y no de otra manera.
¿Qué creéis que le falta a vuestra banda, y de qué andáis sobrados?
Nos falta difusión. Tenemos talento, pero lo que nos sobra es impertinencia e hijoputez.
¿Cómo veis el conflicto que hay ahora mismo entre salas y grupos (por los alquileres, ya sabéis)?
Como hemos dicho antes, nos encontramos en un parón en lo que respecta a los directos, porque estamos cansados de tocar por nada. Exceptuando un par de salas, en Madrid no sale rentable tocar, a no ser que tengas una lista de amigos infinita a los que engañar una y otra vez. Es un poco enervante esforzarte por hacer algo con calidad y volver a casa con 20 euros en el bolsillo para 5 ó 6 músicos, y más si esa es la tónica general. En Madrid hay muchos grupos y a la inmensa mayoría de las salas les da igual uno u otro. Las condiciones son penosas y lo saben, pero si no vas tú, ya irá otro.
¿Podrías citar algunas de las influencias que reconocéis en vuestro propio sonido?
King Crimson, Black Sabbath, Sonic Youth, Faith No More, Larry Graham, Quantic o Aqua…
¿Os habéis fijado unas metas, o si la cosa se queda en hobby estaríais también contentos?
No sabemos muy bien lo que estamos haciendo, nunca sabemos que responder a esto. Lo que hacemos no es ni una profesión ni un hobby. Nos gusta hacerlo, pero necesitamos dinero para ello y además hay gente que se lucra de nuestra actividad, y de alguna manera estamos ofreciendo un producto, aunque tampoco puede considerárselo única y exclusivamente así. El caso es que nos gustaría poder seguir haciéndolo, salir adelante con ello, y para ello es imprescindible llegar a la gente. Y una vez conseguido eso, intentaremos conquistar el mundo, pero lo primero es lo primero.
¿Qué es lo próximo que tenéis entre manos?
Tenemos grabado y diseñado el segundo disco, está en fase de edición y mezcla. Y tenemos temas para grabar un tercero, ahora mismo estamos dedicados a definir las canciones del último disco para de aquí a dos meses encerrarnos en el estudio a grabar.
¿Cómo fue eso del fan que agredió a uno de vuestros miembros?
Levantamos pasiones por doquier, y en una ocasión un adolescente confuso no supo expresar su cariño con acierto. Se subió al escenario, se abalanzó sobre el bajista y … bueno, cosas que pasan. Aunque también hemos recibido agresiones psicológicas, una vez en un concierto, un tipo claramente “perjudicado”, no sé si me entiendes, se pasó las dos horas que duró el directo criticando al guitarrista por usar demasiado los pedales de efectos. Y bueno, este verano dimos un concierto en una especie de festival, en el que teníamos una hora para tocar. El tiempo se acabó, el técnico nos desconectó la PA y como no nos dimos cuenta, porque estábamos pajeándonos en el escenario en mitad de un tema de 15 minutos, el técnico empezó a increparnos haciendo aspavientos con las manos, salimos del recinto por el otro lado. En el fondo somos gente pacífica.