Entrevista – PETER HOOK: “No veo ninguna carencia alarmante en la música de hoy en día”

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Lo sabemos. La actualidad de New Order es la bronca entre Peter Hook y el resto de miembros, que hoy (en Bruselas) y mañana (París) darán sendos conciertos de reunión sin tan siquiera habérselo comunicado. La cosa está que arde, pero aquí vamos a ceñirnos a la parte musical de la charla telefónica que mantuvimos con Hook acerca de la nueva entrega discográfica del grupo, «Total”, una recopilación de temas de Joy Division y New Order, que a muchos ha parecido algo descompensada, pues hay dieciocho canciones de estos últimos y sólo cinco de los primeros. Sin embargo, el diseño estético visual de la obra es elocuente. «Es cierto, el art-work es muy New Order, no tiene mucha relación con Joy Division», nos cuenta el bajista de ambas formaciones. «A mí me gusta porque es moderno, y no tan refinado como solía ser el art-work de Joy Division. Hacerlo de este modo ha sido como sumergir a Joy Division en el ahora. Además, esta ha sido una forma de decir a los jóvenes: «Hey, Joy Division y New Order son virtualmente la misma banda«, lo cual es importante porque sé de buena tinta que muchos jóvenes no relacionan ambos grupos».

Enseguida tratamos de hablar sobre la figura de Ian Curtis y contra todo pronóstico, a Hook parece encantarle. «Síii, amigo, sí que lo era», interrumpe a mitad de la mitómana pregunta sobre la influencia de un personaje tan oscuro y a la vez excepcional. “Hay muchos elementos interesantes en nuestra época con él: nuestra manera de romper moldes, nuestra evolución en tan pequeño período de tiempo, etc.  Y esa oscuridad. -aquí parece disfrutar del papel de abuelo cebolleta-… Esa oscuridad, amigo, venía de nuestras almas. Éramos almas muy oscuras. También Inglaterra era oscura esos años, y esa actitud, esa forma de captar el momento, creo que no se elabora en la música de esa forma desde los noventa».

Joy Division metamorfoseó el  sentir de la desesperanza social en canciones, pero ¿cómo y cuándo se dieron cuenta de que el público entendía su oscuridad, de que su sentido lóbrego de la música vendía, en resumidas cuentas? «Interesante pregunta -medita Hook-, la verdad es que empezamos a tocar para más y más gente cada vez, y no pensábamos en lo que realmente ocurría hasta el punto de que se hizo algo obvio. Lo bueno es que de ese modo el éxito nunca fue un shock«.

La escena musical del 79, nos cuenta, «era muy competitiva, por eso me resultó tan atractivo tocar en Joy Division, porque encajaba perfectamente en ese ambiente y yo era también muy competitivo. Desde el primer momento supe que era una banda muy especial, desde la primera canción que tocamos, cuando ni siquiera teníamos un nombre para el grupo [se llamaron Stiff Kittens y luego Warsaw, antes de Joy Division]. Era tan real que supe que conseguiríamos hacer algo que permaneciese en el tiempo. Recuerdo que yo sólo quería tocar como Paul Simonon y John Jaques Burnel. Los copié a mi modo. La inspiración inicial era el  punk, no éramos músicos virtuosos. Lo nuestro era pura determinación, como ir en uno de esos trastos con palanca que mueves entre dos para avanzar por la vía del tren. Siempre empujando, empujando, hasta llegar, hasta tener la satisfacción de saber que todo el mundo escucha nuestra música».

Terminamos la charla conversando sobre la nutrida hornada de bandas actuales que rinden claro tributo a Joy Division (Editors, Interpol y un largo etcétera), y le planteamos la duda de si 30 años después no se debería haber llegado un poco más lejos. «Interesante pregunta, muy interesante. Si lo pienso demasiado a lo mejor estoy de acuerdo contigo, pero ¿sabes? Estoy contento con la música actual, creo que se están haciendo cosas muy buenas en muchos lugares. No veo ninguna carencia alarmante en la música de hoy en día. No sé qué más se puede hacer, especialmente en el formato de banda. Sólo se trata de canciones y de química con el público, nada más».

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