Entrevista con DEF CON DOS: «Aunque nos salgan canas, nuestros primeros manifiestos siguen vigentes»

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En los 80, César Strawberry se echó novia en la facultad de Bellas Artes. Resultó ser la hermana de Julián Hernández, de Siniestro Total. Una feliz casualidad que originó el nacimiento de una de las bandas con más personalidad de los últimos veinte años, Def Con Dos. Precisamente ese veinte aniversario es lo que ha llevado a los autores de “Ultramemia” a publicar la caja-ladrillo “La culpa de todo la tiene Def Con Dos” (aquí os contamos lo divertida que fue la presentación), que presentan mañana en la sala Heineken de Madrid. El propio Strawberry rememora para HRB aquellos lejanos días en los que el Escuadrón de las Sombras asolaba Malasaña…

La caja incluye una biografía que relata con pelos y señales cómo nació Def Con Dos. ¿Cómo la escribiste, a base de recuerdos, tenías anotaciones?

No tenía ningún plan previo, ningún esquema. Ha sido a base de recuerdos, totalmente subjetivo. Creo que tengo una memoria fiel, con colorines, olores… y así he ido montándolo todo. Ha habido una parte un poco dolorosa, porque la historia empezó gracias a la que en aquella época era mi novia, que no es otra que la hermana de Julián, y claro, como ya no estoy con ella… pues da morriñita

Has sido muy sincero en el relato, o al menos eso es lo que parece.

Sí, sí, he querido contar la verdad de todo, la historia de nuestra banda es muy peculiar y hubiera sido estúpido andar con tonterías que se alejen de la realidad, que ya de por sí tiene mucha pero que mucha chicha. En la biografía se ve que la nuestra es una historia de casualidades, en plan «señalado por el destino».

En el 89, ¿cómo se tomaron los punks que mezclarais rap y punk?

No existía nada parecido, y claro, estaba muy mal visto, nos despreciaban por llevar viseras como los yanquis. Además en el rollo rockero, Malasaña estaba de vueltas con la psicodelia y el garaje, pasaban de nosotros. Siempre fue muy difícil que nos entendieran, desde todos los sectores.

En el libro cuentas alguna historia sobre los problemillas callejeros con los nazis, pero, ¿alguna vez se os reprochó algo desde las filas libertarias o desde la extrema izquierda?

No, siempre nos hemos llevado muy bien con ese sector, ja, ja. Sí que ha habido algún anarquista que nos decía: «si sois un grupo anarquista no deberíais hacer esto o lo otro, ni tampoco deberíais ir tanto de coña»… Pero es que nunca hemos sido anarquistas, sólo hacíamos y seguimos haciendo lo que nos da la gana. Si no te adhieres a ninguna ideología al uso, irritas a todo el mundo. Algunos nos veían como otra versión de Negu Gorriak, y nosotros no queríamos ser eso.

Además, el humor es lo mejor para criticar muchas veces, es la única manera de esquivar nuestros propios cinismos e hipocresías.

Exactamente, siempre ha sido un arma buenísima contra la estupidez, ha estado en la vanguardia de la ofensa, y como tal, siempre ha sido perseguida, siempre ha sido como algo blasfemo.

Hay un momento en la biografía, en el que dices que ya en el 89 tenías la sensación de que algún día estarías contando aquella historia en un libro como este.

Siempre tuve la sensación de que esto tiraría para adelante, nos lo currábamos mucho, y aunque tuvimos momentos de depresión absoluta, de estar a punto de dejarlo todo, de repente aparecía una luz al final del túnel, alguna propuesta, algo que te hacía renovar las esperanzas. Yo veía que eso pasaba, pero los demás no. Hasta que llegó Jesús Arispont, que también lo vio, y venía de tocar en el mundo del flamenco con gente reputadísima. Vio un grupo de mierda como el nuestro y decidió sacarlo adelante con nosotros. El decía: “esto tiene algo que no tienen los demás, si lo hacemos bien va a ser la polla”. Tenía fe.

En este libro, ¿es la primera vez que se cuenta lo importante que fue de verdad Julián Hernández en el nacimiento de Def Con Dos?

Sí, me he esforzado mucho en rendirle tributo, porque él lo hacía absolutamente todo al principio, y aun así quería estar en la sombra. Después nosotros le vimos color y seguimos con ello, pero Def Con Dos lo empezó él.

¿Hubo algún momento concreto en el que os dierais cuenta de que viviríais de esto?

Eso tardó en llegar. Supongo que fue cuando vimos que teníamos que subir el caché porque nos llamaba demasiada gente para dar conciertos. Pero hasta el 97 no sentimos la comodidad de cuando tienes todo más o menos encauzado, hasta ese momento siempre estábamos pendientes de llegar a fin de mes, de que no se cancelara tal o cual bolo… Después de “Ultramemia” y “El Día de la Bestia” ya sí… aunque como teníamos la chaladura de gastar un pastón en luces, decoración y equipos de la hostia, nunca nos lucramos demasiado. Siempre era ir tirando para adelante. En los mejores años de Def tampoco facturábamos tanto…

Este libro es el volumen uno, ¿cuándo y cómo saldrá el dos?

Este libro he querido abrirlo y cerrarlo de forma coherente, empieza con los orígenes más underground y termina justo cuando empezamos a tener éxito. No hubieran querido publicarme un libro de 400 páginas, y además, nos viene bien para poder editar algún disco en el futuro acompañándolo con el segundo volumen.

Desde la explosión del hip-hop a finales de los 80, ¿has visto alguna revolución musical similar?

Pues no, la verdad es que no, no he visto nada semejante. Después me ha molado el hardcore melódico, pero creo que no ha habido nada parecido a nivel de ruptura total con lo anterior.

Hablando de revoluciones, en la presentación de la caja dijiste que a ver si hacemos como los árabes, reclamar libertad a ladrillazos. Está claro que luchan contra dictaduras pero, ¿no crees que lo que están pidiendo es vivir como nosotros, vivir en esta “democracia” a la que no quiero quitar las comillas?

Sí, es verdad, no es un ejemplo que nos pueda servir a nosotros, para nada. Quieren vivir igual que la gente que ven en la MTV, igual que los futbolistas, ¡que es lo mismo que quiere la gente aquí! O sea, convertir el país en una estupidez. Pero es que allí, con esos reyezuelos y tanta miseria, es un desastre. Si se reparte un poco mejor la riqueza y se articula una democracia mínima me parecería importante.

Cuando he visto el DVD, me ha dado la sensación de que el orden de los videoclips repasa vuestra trayectoria vital. Me explico: en los primeros se os nota con muchas ganas, pero en “Demasiado humano” se os nota un raye mental muy fuerte, estáis hartos de todo, incluso de vosotros mismos. Parece que incluso estáis derrotados, en frases como «He abandonado las convicciones por las que luché en tiempos mejores” o “Yo no era así hace unos años, pero la vida me ha ido liando”. Justo después, “Mundo Chungo” marca, en mi opinión, un bajón creativo, pero en “Recargando” volvéis con fuerzas renovadas (“¡Y otra vez alerta! ¡Def Con Dos! ¡Y otra vez alerta! ¡¿Que es ese silencio?!”).

Justo antes de “Demasiado humano”, a nivel personal yo sí estaba a punto de quemarme. La vuelta del grupo fue mi salvación, porque todas las cosas que intenté hacer al margen de Def Con Dos me salieron fatal: el grupo Strawberry Hardcore, una película, montar una productora, todo me salió mal, y me quedé en plan de “qué coño hago con mi vida”. Y cuando nos reunimos y tuvimos tan buen recibimiento fue la hostia, nos sentimos perplejos, pero muy bien, como si nos volviésemos a poner el disfraz de superman. Todavía éramos vigentes, ¡ja, ja!

Y esa sensación, ¿se mantiene?

Sí, sí, esa ha sido la gran revelación para nosotros, darnos cuenta de que Def Con Dos es algo muy grande, más que nosotros mismos. Esto es como los presos que llevan 30 años en la cárcel y luego no pueden salir porque allí tienen todo su universo, a nosotros ya nos pasa igual.

Las versiones que han hecho Calamaro, Delinqüentes, Lichis, SFDK, etc… están muy bien. ¿Les dijisteis que hicieran lo que les diera la gana?

Nosotros no hemos intervenido en eso para nada, lo ha organizado la discográfica. Es que a nosotros eso del tributo nos parecía un poco sobado, no nos apetecía demasiado pedir a otros que nos aplaudan. Creíamos que era una idea demasiado convencional y que iba a quedar un churro. Pero la alegría ha sido ver que los temas han quedado de puta madre, que no hay nada que nos tengamos que comer con patatas.

Bueno, a mí no me pega mucho que Huecco esté por ahí…

Bueno… es que es un fan de toda la vida, montó Sugarless un poco a imagen y semejanza de Def y estaba muy empeñado. Tampoco le vas a decir que no…

¿Qué es lo siguiente para Def Con Dos?

Seguir. Cuando no estamos en la carretera lo echamos mucho de menos, y aunque nos salgan las canas tenemos muchas cosas que decir. Muchas cosas que decíamos en nuestros primeros manifiestos siguen vigentes hoy en día, incluso más que antes. Nosotros estaremos viejos, pero el mensaje de Def está joven y fresco.

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