Lo ha inaugurado un tal Rodolfo Vázquez, auténtico friki de la banda británica, para lucir las mejores piezas de su colección, la más grande del mundo según el Libro Guinnes de 2001. Un ladrillo del Cavern Club, un cheque de 11 libras firmado por Ringo, una peluca de los Beatles “auténtica”, un adoquín de Strawberry Fields, trajes, cajas de condones con el nombre de John y Yoko, instrumentos, fotos firmadas por los cuatro fabulosos, incluso un par de baquetas firmadas por Pete Best (su primer baterista)…. 2.200 objetos (de un total de 8.500) completan una exposición dedicada a la Beatlemanía más furibunda, que se ubica en la Avenida Corrientes de la capital argentina. Sólo hay dos museos más de estas características en el mundo, en Liverpool (lugar de origen de la banda) y Hamburgo (donde perdieron la virgo escénica… en la exposición bonaerense también hay un trozo de su primer escenario allí). Lo más curioso es que los Beatles no tocaron nunca en Argentina.
