Género: Rock
PUNTUACIÓN: 7,5
Desnudo emocional. El debut en solitario del cantante y contramaestre de La Fuga, Raúl Gutiérrez ‘Rulo’, se desliza por la autopista del purgatorio, pero por un camino bien asfaltado, con el bólido rugiendo a doscientos y con sed de combustible. Letras bastante poéticas y un profundo viaje interior para curar las “Heridas del “rock n’ roll”, alevosía y nocturnidad en un disco con aroma a Contrabanda electroacústica y fuegos artificiales, pólvora en salvas y pinceladas de color, ecos sabinianos (“Como Venecia sin agua” recuerda mucho a la lírica del “Pirata cojo”) que vienen como anillo al dedo a la causa de la bohemia melancólica. Señales de humo y acordes de contrabando en la fría y desconsoladora urbe, pero con un punto de esperanza, algo así como si el maestro de “Hotel, dulce hotel” se despertara con olor de sábanas limpias, en los brazos de la noche, con perfume a lavanda, en vez de a vómito de intoxicación etílica. Estamos ante uno de los discos más interesantes del pasado año, donde se funden la metafísica arrebatadora y la contestación social, donde se citan la soledad y la compañía, la reflexión y los impulsos de bala perdida, de “La cabecita loca”, “Por morder tus labios”, pero sin prisas, “Tranqui por mi camino”, lírica canalla y una canción desesperada, desvaríos en clave de sol, con la luna y el tequila por testigo. “Fauna rara” que desfila ante nuestros ojos, “Descalzos nuestros pies”, pisando los cristales rotos de un tiempo raro y oscuro. Y como dice la canción: “Ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio”.