Sello: A New Label
Género: Heavy-Metal
PUNTUACIÓN: 6
Si el oyente se quedara solo con los efluvios del segundo tema “Redentor” (el primero es su intro), ya digo, si en ese momento se apagara el equipo porque no deseamos soportar más ruido ni estridencias, lo que hubiera penetrado en los pabellones auditivos sería el horror de un gorrino bramando unos chillidos espantosos, como si fuera camino de la degollina, aderezado con el discurso del doble bombo furibundo, algo así como una morcilla de sangre y power metal. Por suerte, perseverando un poco más en la escucha, encontramos nueve canciones más de metal contemporáneo, con guitarras bastante bien trazadas y aromas trash y power-metaleros pero que al menos ya han expulsado al diablo, tras un exorcismo de teclados y buena composición. Y es que mezclar el power infernal con un death metal del averno no resulta negocio en estos tiempos. Tú mismo te pones la soga al cuello. Afortunadamente tras esta pedrada inicial, el álbum discurre por otros derroteros, a medio camino del “Painkiller” de Judas Priest (se notan mucho esas influencias) y Anhilator (y bandas en esa onda), con latigazos al más puro estilo Saratoga del “Clan de la lucha”. Es decir, heavy-metal acorazado para paladares bien curtidos. Que ustedes lo disfruten.
