Peter Perret: “Me he demostrado a mí mismo que podía hacer mi mejor disco”

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“Tenía que hacer este disco ya, quién sabe cuánto tiempo más me dará mi salud”. Su cuerpo escuchimizado, como absorbido, hace que el banco donde se sienta parezca más grande. Pero su presencia es tremendamente poderosa, invisibiliza al resto de clientes de la cafetería donde nos encontramos con él. De hecho a mitad de entrevista casi hemos olvidado dónde estamos, y es bastante probable que algún angloparlante cotilla en la sala haya flipado con sus historias de ascenso a los cielos y caída a los infiernos. Porque Peter Perret es una rockstar, por si alguien lo dudaba.

“How the west was won” es tu primer disco en solitario. ¿Cómo te sientes debutando en algo después de todos estos años?

Al ser un álbum tan especial para mí, he disfrutado mucho del proceso. En lugar de quedarme parado sin hacer nada, he conseguido grabar un disco que es al menos tan bueno como todo lo que he publicado hasta ahora. Como álbum completo, creo que es lo mejor que he hecho en mi carrera. Es un viaje desde la primera hasta la última canción, hay una continuidad, algo de lo que solían carecer los discos The Only Ones, que por otra parte eran menos cómodos de escuchar, ya que te llevaban de un lado a otro continuamente, alternando temas rápidos con lentos, unos temas con otros… Creo que este disco tiene una escucha mucho más placentera, con menos sobresaltos, y aun así sigue siendo muy emocionante. También tengo que decirte que ha sido una sorpresa. Estoy tan sorprendido como el resto de la gente que pensaba que era difícil que me saliera un buen disco.

Me alegra mucho que hayas superado tus propias expectativas.

Te lo agradezco, porque esto ha sido importante de veras para mí. Además, yo ya no tenía planes de volver a grabar. Ya estaba preparado para mis años crepusculares, para la supervivencia al margen de las producciones musicales. Pero entonces ocurrió algo en Galicia. El festival Felipop nos invitó a tocar en 2014, y fue una experiencia tan maravillosa que me animé y en 2015 di otros cuatro conciertos que también me recordaron lo fantástica que es la música. Un año después ya estaba firmando con Domino Records, un sello independiente y familiar, que me pareció que me ofrecía un entorno seguro para mi regreso.

¿Todo este proceso fue el que te animó a componer?

Siete de las canciones están compuestas entre el verano de 2015 y el de 2016, y hay tres más antiguas: “C Voyeurger”, “Troika” y “Man of extremes”. El primer verso de “Troika”, por ejemplo, lo escribí en julio de 1985. Sólo me ha llevado treinta años terminar la canción (risas). Firmar con Domino me dio el ímpetu necesario para acabarla de una maldita vez (risas).

Aquí están tus mejores letras.

Yo también lo creo. Son mucho más reflexivas y profundas que las de cualquier canción de The Only Ones. Cuando eres un veinteañero sólo te apetece gritar y disfrutar del momento. Este disco es muchísimo más maduro.

Yo creo que en este disco también estás disfrutando del momento, de alguna manera.

Sí, desde luego que sí. Pero la madurez te da un beneficio extraordinario, que es saber cómo hay que disfrutar del momento. Para mí, antes eso se basaba en el hedonismo más absoluto, en el disfrute del placer inmediato. Pero ahora lo que disfruto son las cosas pequeñas y simples. Creo que gracias a eso, incluso diría que disfruto de la vida en general más que antes. Por eso creo que ahora mis letras son mejores a la hora de estimular intelectual y emocionalmente. La última canción, “Take me home”, es muy especial para mí en ese sentido.

Has dicho que las canciones de The Only Ones eran poco profundas, pero no tanto como las de algunos contemporáneos vuestros a finales de los 70. ¿Quizá las vuestras no eran lo suficientemente poco profundas para haber triunfado en ese momento?

(Risas) No lo sé, quizá lo que despistaba es que yo les sonaba como un Lou Reed pero con acento inglés (risas). Las razones de que el grupo no acabara explotando a un mayor nivel han sido un misterio para mí durante algún tiempo, pero es algo a lo que ya no doy demasiadas vueltas.

Lo que está claro es que fue una banda realmente especial. ¿Nunca la reunirías, tras la muerte de Mike Kellie?

Sí, nuestro batería ha muerto este mismo año y ha sido duro. Los demás seguimos teniendo contacto y somos buenos amigos, pero yo ahora estoy absolutamente concentrado en seguir mi propia carrera. De hecho he vuelto a grabar más nuevo material después de terminar este disco, y quiero seguir trabajando en él.

¿Cómo te sentiste en tus últimas reuniones con ellos?

Bien, fue genial retomar el contacto con los fans y ver a los chicos después de tanto tiempo. Pero desde un punto de vista personal, diría que desde un punto de vista egoísta, sentía que mi voz no estaba en buena forma. Así que no las disfruté desde un punto de vista artístico.

¿Dirías que tu etapa moviendo drogas moldeó el estilo musical de The Only Ones de alguna forma?

Siempre me he sentido como un individuo subversivo. En aquella época, cantar era moralmente más correcto que traficar, pero a mí me dio igual. No quise seguir ninguna regla o convención social, así que… ¡oh Dios, hace tanto tiempo de eso! Bueno, la cuestión es que decidí que me iba a dedicar a lo que más dinero me diese, y punto. No se lo recomendaría a nadie, sobre todo porque antes era mucho más sencillo y seguro, ahora la tecnología hace que sea mucho más fácil que te pillen.

¿Cómo funcionó para vosotros aquella campaña de Vodafone? ¿Tuvo algún efecto negativo?

No, fue algo muy bueno porque lo pusieron constantemente en Inglaterra durante meses, al menos diez veces al día en cada canal. Teóricamente me tenía que haber hecho rico, pero en aquella época tenía una agujero enorme en mis finanzas y toda la pasta desapareció en cuestión de meses. Pero bueno, nunca fue mi intención ganar dinero con la música. Sólo con las drogas. En serio, la música nació para ser pura y estar alejada del dinero, pero las drogas… las drogas no amigo (risas).

¿“It’s hard to say no”, de tu nuevo disco, tiene algo que ver con tus noches de juerga más oscuras?

Es más amplio que eso, lo incluye pero hay mucho más. Y en realidad he intentado que la letra tenga todas las interpretaciones posibles. En la vida llega un momento en el que tienes que marcar tus objetivos en cuanto a lo que quieres hacer y lo que no, es como marcar tu territorio, resistirte a las influencias externas que no quieres en tu vida, y la resistencia siempre causa fricción. Por eso siempre es difícil resistirse.

¿Hay algo que siempre has querido hacer en un disco, y no has podido hasta ahora?

Mmm… Creo que estar mentalmente concentrado. He sentido que tenía el control en todas las fases del proceso, incluso en la mezcla, donde he querido que mi voz sonara alta y clara, sin ningún efecto, porque nadie puede cantar con mi voz y eso había que aprovecharlo. He sentido que finalmente hacía un disco que me parecía perfecto tal y como estaba, no quería hacer ningún cambio, y eso es muy raro en un músico. Ni siquiera pensé que este o aquel efecto estaban fuera de lugar, o que faltaba algo. Todo en el disco tenía un propósito. Es el disco en el que más he puesto de mí.

Veo que te ha dado confianza en ti mismo.

Exacto. Me he demostrado a mí mismo que he sido capaz de hacer mi mejor disco, ahora. Y que no me hace falta vivir de la leyenda para subir a un escenario. Me gustaría presentarlo en el Felipop, porque quizá el primer paso sea el más importante, y sería como cerrar el círculo. Si el disco tiene buena respuesta grabaré otro. Johnny Cash hizo algunas de sus mejores cosas al final de su carrera, por qué no iba a hacerlo yo.

PUBLICADO POR NACHO SERRANO EN RUTA 66

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