Al Worden fue el comandante del Módulo Orbital de la misión Apolo 15, es decir, el que se quedaba orbitando la Luna mientras sus compañeros se daban el gustazo de explorar la superficie del satélite.
Durante ese rato de soledad extrema, totalmente desconectado de la Tierra mientras pasaba por la cara oculta de la Luna, tuvo una epifanía y al volver a casa la plasmó en un libro de poemas, “Hello Earth: Greetings from Endeavour”, que tardó tres años en publicar (se lanzó en 1974). Mucho tiempo después, llegó a manos de uno de los músicos más aventureros de nuestro pop, Antonio Arias, que lo ha convertido en un impresionante libro-disco en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC y el Instituto Cervantes, que presentó el pasado sábado en la escalinata de la sede del CSIC en Madrid.
- Maravilloso disco, Antonio. Antes de abordar la parte relativa a letras, ¿cómo fue la creación de estas atmósferas espaciales, que siempre acabo enlazando con una sensación como subacuática?
Tenía la excusa perfecta para usar todos esos efectos de sonido asociados a la experiencia de un viaje espacial, JJ Machuca, a las teclas, sintes y loops se encargó de darle forma a esos sonidos, Juan Codorniú también fue muy espacial en sus arreglos y la producción del álbum también es muy ambiental.
- Escuchándolo, por momentos me vinieron a la mente temas como “Train for tomorrow” de Electric Prunes. ¿Manejaste influencias durante la producción, quizá alguna más evidente como Pink Floyd?
Electric Prunes siempre han sido una referencia, claro. Youth, el productor del disco, sugirió que nos centrásemos en un par de discos como influencia principal para el trabajo de Hola Tierra. Obviamente estaba “The dark side of the moon”, nos inspirábamos en sus efectos sonoros, en los arreglos compositivos, hasta tal punto que en el penúltimo tema incorporamos risas en “Apolo perdido” al igual que el tema “Brain damage” de los Floyd. Y no podía faltar el “Sgt Peppers”, reflejado al final del disco.
- ¿Cómo diste con las poesías de Alfred Worden? ¿Qué fue lo que te atrapó en primera instancia?
En 2010 aproximadamente tuve conocimiento del libro de poemas de Al Worden que editó en 1974 y realmente complicado de conseguir, me intrigó y tardé un tiempo en conseguir una copia. Me atrapó su era, me impactó su forma tan pop de escribir, impregnada de los acontecimientos culturales que determinaron los primeros años setenta. Eran muy fáciles de cantar y su vocabulario te introduce dentro de la nave y de la experiencia de estar en el vacío. La era espacial concentrada en unas pocas páginas.
- ¿Hubo alguna frase o reflexión en particular que creas que merece ser leída o escuchada por todo el mundo?
Del poema “Flotando” hay una frase magnífica: “No hay un lugar neutral entre la Tierra y la Luna”
- ¿En qué lugar deja a la religión la lectura de la obra de Worden?
Nombra a Dios en un par de ocasiones, en una de ella llega a decir “Dios lo hizo todo”, al mismo tiempo desde su perspectiva evidencia lo indistinguible de las fronteras y las religiones del planeta. El viaje lo transforma y lo convierte en un humanista defensor del conocimiento y la paz.
- ¿Qué supuso para ti su muerte en marzo de 2020, justo cuando el mundo hacía crac?
El proceso de conseguir los permisos para la edición de un disco con los poemas de Worden yo me lo tomé con mucha calma y lo primero que hice fue contactar con el biógrafo de Al Worden, Francis French, que hizo de intermediario entre los dos, Francis le envió todas las demos, unos quince temas al astronauta y así llegamos a las navidades de 2019. Yo esperaba ansioso su permiso y ya le había trasladado la idea de adaptarlo al español, en marzo de 2020 fallece, fue un palo, me hubiera encantado conocerlo en persona, esperé un tiempo antes de hablar con la familia, que acogió el proyecto con muchísimo entusiasmo.
- La idea de grabar el disco en castellano e inglés tiene todo el sentido, opino. ¿Se ha generado interés fuera de España?
Ahora estamos en plena promo del libro-disco y se puede vislumbrar algún concierto fuera de nuestras fronteras. Estaría muy bien que pudiésemos llevar este trabajo al menos a Huston y a Londres. Espero que le interese al entorno natural del disco, o sea la NASA, ahí es nada.
- Dices del uso del inglés en el pop que es “parte de nuestra herencia epigenética musical”, es decir, que es algo que no está en nuestro ADN, pero que ha condicionado la expresión o no de determinados genes nuestros. ¿Me acerco a tu idea? Podrías explicar un poco más esta reflexión?
La música en inglés nos ha marcado de una forma imborrable, no podemos echar la vista atrás sin pensar en la influencia de la música sajona en nuestra forma de componer. “Hola Tierra/Hello Earth” me ofrecía la posibilidad de grabar un disco en inglés con Youth, ya habíamos trabajado en otros proyectos, pero registrarlo en inglés esta toda una aventura, una especie de inmersión lingüística y sobre todo, abordar mis influencias de los sesenta y setenta, esa música que nos ha marcado tanto y que ya forma parte de nuestro ADN cultural.
- Lo de ver el planeta desde el espacio, debe ser como aquello de “todo el mundo debería probar la ayahuasca una vez en la vida”, pero a lo bestia… en el sentido de revelación, de la epifanía filosófica que puede suponer, ¿verdad?
Al Worden tiene dos record guiness, uno de ellos es el de ser el ser humano más aislado, más solo de la humanidad. Al pasar por el lado oculto de la luna quedaba incomunicado y esa experiencia está muy bien reflejada en el poema “En silencio, como ave nocturna”. Esa epifanía lo marca y al necesitar compartir esa experiencia escoge la poesía.
- La retransmisión del primer alunizaje estuvo acompañada en la tele británica por música de Bowie y Pink Floyd, ¿imaginas una relevancia del pop similar, si hubiera una hipotética nueva odisea del ser humano?
Son dos referentes enormes, nadie se atrevería a competir con eso. La nueva odisea casi que la pueden musicar directamente las máquinas. El factor humano irá desapareciendo de la imagen de exploración espacial, no así del turismo espacial que está dominado por esas tres enormes empresas: Amazon, Tesla y Virgin, un panorama de ocio que asusta a cualquiera.
- La ciencia y la música tienen en realidad mucho que ver, ¿no crees? Hay un montón de grandes físicos que tocan estupendamente, algunos incluso en bandas profesionales!
Claro que sí, hay muchísimos ejemplos. Es una simbiosis donde el artista se acerca a la ciencia con una mirada abstracta y curiosa y el científico sale de su estricto sistema a través de las experiencias artísticas, ahí salimos todos salimos ganando. Hay que recordar que el mismo Al Worden era músico y había tocado el piano en formaciones de los años 50 y 60.
- La idea del concierto en el CSIC tiene todo el sentido dado el carácter de tu proyecto, pero ¿por qué en la escalinata en concreto?
El CSIC tiene una participación importante en la edición del Libro-Disco y presentarlo en la escalinata es una manifestación de todo lo que estamos comentando, nos abrirnos a espacios distintos en un proyecto totalmente distinto. La escalinata nos ofrece al mismo tiempo la posibilidad de una escenografía distinta para el espectáculo, salir de la caja escénica y dar una perspectiva mucho más amplia.
- ¿Cómo van a ser el resto de presentaciones en directo? Creo que manejareis el concepto de experiencia inmersiva, no?
Hasta ahora hemos tocado en el Teatro Caja Granada y en el Observatorio de Puerto Lumbreras, allí la experiencia fue total. Acercar este repertorio a su entorno planetario lo redimensiona. Los visuales que llevamos en cinco pantallas se basan en la experiencia del Apolo 15 y dan una tridimensionalidad al escenario que hasta ahora no habíamos experimentado nunca.
- Una pregunta medio coñera, medio no. ¿Qué te parece el fenómeno del terraplanismo, en auge precisamente cuando más información tenemos a nuestro alcance?
El terraplanismo evidencia una nueva forma de enfrentarnos a la realidad, podemos crear nuestro propio mundo en la web solamente dejándolo por escrito. Las pruebas o el por qué es lo de menos, se crea ese pensamiento y se espera como si estuvieras pescando, alguien comprará esa idea. Hice una prueba hace poco y escribí en google que Gagarin jamás estuvo en el espacio, que jamás fue astronauta y salen un montón de páginas que lo afirman.
- Has tenido una de las carreras más aventureras y menos acomodaticias del pop-rock español, ¿cómo te hace sentir esa realidad objetiva?
Siempre me ha gustado adentrarme en formas artísticas que a priori desconocía, sólo se vive una vez y moverme a través de diferentes estilos me da la posibilidad de descubrirme de nuevo cada cierto tiempo. También ha habido algo de viaje iniciático, la poesía me ha llevado de la mano de un sitio a otro y yo me he dejado hacer.
- ¿Hay algo que te haya faltado en estos años, que te gustaría hacer algún día?
Por supuesto, hay algunos proyectos musicales y casi documentales que echan la vista atrás en el tiempo y que espero que pronto vean la luz, un viaje musical al mundo antiguo y arcano que forma nuestro auténtico ADN.
