Crónica y fotogalería del PURPLE WEEKEND

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En pocas ocasiones los promotores y organizadores de festivales eligen fechas fuera del periodo estival. Menos aún si la ciudad en la que se celebra tiene de media anual los 11º C. Pero, en este festival, ya en su vigesimoctava edición (casi nada), las cosas no son como deberían, ¿o quizá sí?

El Purple Weekend ha igualado datos de la edición anterior, aún teniendo un día menos en su programación. Alrededor de 14.000 participantes, 4 días, 9 escenarios y 25 grupos. Actividades de todo tipo, desde desfiles de moda, presentación de libros como el de Álex Cooper y su “Club 45 Again”, mercadillo de ropa vintage y vinilos; y hasta una carrera de vespas clásicas por el centro de la ciudad. Todo eso aderezaba una puesta en escena de los grupos más representativos del movimiento mod, beat, y garaje actual tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

El viernes asistimos a la actuación de Melange, en el Gran Café. La entrada era gratuita, y en poco tiempo ya no cabía más gente. Algunos tuvieron que esperar fuera haciendo cola. Esa es la influencia que ejerce estos madrileños con su fusión de géneros de rock, folk, progresivo y hasta flamenco. Acto seguido comenzaba en el multifuncional Espacio Vías los italianos Radio Days, con algún que otro problema con la salida del bajo; y los Mark & The Spies desde Holanda.

Entrada ya la noche, en el espacio principal del festival, el SON Estrella Galicia ubicado en el pabellón multiusos CHF acogía a la tímida pero diva Gizelle. La voz contemporánea de los 50 inundaba el pabellón acompañados de los portugueses TTSyndicate y su rythmn´blues. Tras ellos, unos The Jackets desde Suiza nos traían un potente garaje que dejó a la mayoría impresionados y seguro, pensando que fue de lo mejor del festival. Y luego llegó él. Míster James Hunter, para dejar claro los años de profesión que lleva a sus espaldas. Géneros y compases de muy distinto germen en la noche del viernes.

El sábado, en lo referente a lo musical, comenzaba con los portugueses LolaLola. El quinteto de rock´n´roll amenizaba la mañana gélida a los más madrugadores. Seguían Los Jíbaros con su potente powerpop. The Barreracudas adelantaban su actuación a primera hora de la tarde, y si The Jackets sorprendieron a muchos, éstos hicieron fans acérrimos a los que aún no les conocían.

Pero sin duda, la noche del sábado fue apoteósica. Comenzando con Screaming Lord Stax & The Savages, donde la teatralidad rememora las andanzas del original, Lord Sutch. Popurrí de Mike Stax al frente junto a Anja Stax como bajista, ambos de The Loons. A la guitarra Pat Beers y Lety Beers a la batería, los dos de The Schizophonics. A los teclados Richard Whig de The Gargoyles. Sólo les faltó el mítico féretro.

Siguiendo a Lord Stax, el grupo asturiano-leonés Peralta salía a escena. El de Juancho, Montoto, Kaplan y Pibli dieron muestras de su feeling sobre tablas. Esto se acababa y aún quedaba la traca final. The Woogles y Álex Cooper cerrarían el festival. Los primeros con su incansable líder Mighty Manfred, llevan más de dos décadas creando bombazos garajeros. El segundo, por un lado es el creador de los míticos Flechazos; por otro es responsable de que este festival siga siendo uno de los más queridos por la escena mod, beat y garaje de este país.

 

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