Estos son los resultados del Global Music Report (Informe mundial de la música) de 2015, presentado este martes en Londres y que publica con carácter anual la IFPI (Federación Internacional de la Industria Discográfica).
El documento cifra en torno a los 15.000 millones de dólares los ingresos del sector fonográfico a lo largo del ejercicio recién concluido. La cifra supone una esperanzadora mejoría del 3,2 por ciento respecto a 2014, y logra ser el mayor crecimiento interanual desde comienzos de siglo. Tras el desplome de los formatos físicos y las dentelladas de las descargas ilegales durante una larga década, la industria discográfica parece repuntar lentamente. Y así sucede también en España, donde las mejorías de 2014 y 2015 son las primeras después de un descalabro ininterrumpido desde 2001: doce cursos consecutivos en rojo que se saldaron con unas pérdidas para el sector de casi el 80 por ciento de sus ingresos.
Durante 2015 se ha confirmado en todo el mundo un importante hito en cuanto a preferencias de consumo de música grabada. Los formatos digitales superaron en ventas a los físicos. La tendencia se mantenía imparable desde hace ya cinco años, sobre todo a partir de la irrupción del streaming como modalidad de consumo en línea, pero este adelantamiento digital no ha sido una realidad en las cifras globales hasta el año pasado. Solo en tres de los grandes mercados, Japón, Alemania y Francia, las ventas por cedés y vinilos superan todavía a los ingresos generados a través de Internet. En España también se ha materializado el cambio de consumo en este 2015, aunque, por ahora, el reparto entre físico y digital es casi equitativo. A partir de 2016, si se cumplen los pronósticos, se agudizará la inclinación.
En el recuento global, el 45 por ciento de los ingresos de 2015 provienen del área digital, mientras los formatos físicos se quedan atascados en un discreto 39 por ciento. El 16 por ciento restante hay que imputárselo en su mayoría a los derechos de comunicación pública (radios y televisiones). Mientras la franja digital experimenta un estirón del 10,2 por ciento, el negocio físico se contrae en 4,5 puntos. Con todo, es una caída inferior a la experimentada en los ejercicios inmediatamente precedentes: un 8,5 por ciento en 2014 y un 10,6 por ciento en el caso de 2013.
68 millones de usuarios de pago en ‘streaming’
La brecha que la rama digital ha abierto respecto a los productos físicos se explica, sobre todo, por la abrumadora aceptación del streaming como fórmula de consumo musical. Los ingresos por esta modalidad (escuchar música a través de Internet sin necesidad de descargarla) crecieron en un espectacular 45,2 por ciento a lo largo de estos últimos doce meses. Son ya unos 68 millones de aficionados en todo el mundo los que disfrutan de suscripciones premium (con pago de cuota mensual) a plataformas como Spotify, Deezer, Napster o Apple Music, cuando en 2014 eran 41 millones y en 2010, solo ocho millones de usuarios. Así las cosas, los ingresos mundiales por streaming son ya el 19 por ciento del total de la industria, y prácticamente igualan a los de las descargas de álbumes o canciones (20 por ciento).
La diferencia no es todavía tan acentuada en el caso español. En concreto, los ingresos por descargas, streaming y demás productos digitales ascendieron en España a 67,6 millones de euros, mientras que las ventas de cedés, elepés y demás formatos físicos no pasaron de 66,3 millones. En términos porcentuales globales, el mercado digital representó el 38 por ciento del total, frente al 37 por ciento del físico y el 24 por ciento de la comunicación pública. El 1 por ciento restante hay que atribuírselo a las sincronizaciones (utilización de fonogramas para acompañar creaciones audiovisuales como películas o anuncios).
En total, la industria de la música grabada ingresó en nuestro país 161,5 millones de euros en el último año, una cifra que supera en diez puntos porcentuales la de 2014 (146,8 millones). En cualquiera de los casos, los 605 millones que se llegaron a contabilizar en el mercado español allá por 2001 son ya inalcanzables e irrepetibles.
A los melómanos les queda, al menos, el consuelo de la llamativa revitalización del vinilo como el formato más deseado entre los consumidores más exigentes. En España se despacharon 1,1 millones de elepés en esta última temporada, una cifra que, aun siendo modesta, representa una subida muy sustancial respecto a los 600.000 vinilos que se despacharon en las tiendas a lo largo de 2014.
Adele reina en todo el mundo
Por lo demás, y en lo que atañe a aspectos más estrictamente artísticos, el Global Music Report también aporta las clasificaciones con los artistas que han gozado de mayor predicamento a nivel mundial a lo largo de 2015. Y vuelve a ser la británica Adele la que más ventas acumula gracias a su nuevo álbum, 25, y eso que su publicación tardía, a mediados de noviembre, le dejaba pocas semanas para que sus seguidores se hicieran con un ejemplar físico o digital. No importa: sus 17,4 millones de ejemplares quintuplican las cifras de sus inmediatos perseguidores, X (Ed Sheeran) y 1989 (Taylor Swift), que en ambos casos acreditan unas ventas de 3,5 millones. La cuarta plaza se la apunta Justin Bieber, cuyo disco Purpose ha obtenido el respaldo de 3,1 millones de compradores, mientras que In the lonely hour, de Sam Smith, suma 2,6 millones pese a que su publicación original se remonta ya a 2014. One Direction (Made in the A.M.), la banda sonora de 50 sombras de Grey, Coldplay (A head full of dreams), Meghan Trainor (Title) y The Weeknd, con Beauty behind the madness, completan los diez primeros puestos de la clasificación en todo el mundo.
El equivalente español de este Top Ten es muy distinto, ya que en las ventas de este mercado prevalecen de manera abrumadora los artistas locales. De hecho solo coincide un nombre, el de la propia Adele, cuarta en una clasificación que encabezan Alejandro Sanz (Sirope), Pablo Alborán (Terral) y Manuel Carrasco (Bailar el viento), y que completan Gemeliers, Antonio José, Malú, Fito & Fitipaldis, Melendi y Joaquín Sabina.
En cuanto a las canciones favoritas de los españoles, las preferencias apuntan hacia El perdón (Nicky Jam con Enrique Iglesias), Cheerleader, de Omi, Lean on (Major Lazer), La gozadera (Gente de Zona con Marc Anthony), Uptown funk (Mark Ronson con la voz de Bruno Mars) y Thinking out loud, del pelirrojo Ed Sheeran. Aquí sí hay más confluencias con los gustos a nivel mundial, una lista que lidera See you again, de Wiz Khalifa con Charlite Puth, pero en la que Uptown funk es el segundo título, Thinking out loud el tercero y Lean on, el quinto. Queda el número 4, donde se hace hueco el sencillo más reciente de Maroon 5, Sugar.