Ambrosía Sonora (crónica del concierto de MICHAEL SCHENKER GROUP, sala Arena de Madrid, 2 junio)

por

1El guitarrista alemán volvió a protagonizar un inmenso recital en su sala fetiche de los últimos años, que registró un cálido lleno para contemplar el majestuoso arte de este príncipe de las seis cuerdas. En el último concierto europeo de la gira “Temple of Rock. Lovedrive Reunion”, mostraron un asombroso nivel de rodaje y compenetración, brillando con luz propia los ex  miembros de Scorpions, Francis Bucholtz al bajo y Herman Rarebell a la batería, y especialmente, el afinado Doogie White como voz estelar, más el sempiterno escudero Wayne Finley a la guitarra de acompañamiento y teclados.

2Con el grupo alicantino Radio Z ejerciendo de teloneros, en medio de un caldeado ambiente, de nuevo volvieron a trotar caballos salvajes por el mástil de Michael Schenker, que se hizo acompañar de unos modelos Dean FlyingV personalizados para perder la cabeza. Amén de las habituales guitarras, en esta ocasión, mostró una blanquinegra rutilante con el Ying-Yang (que lleva tatuado en el brazo 5derecho) y otra con los rostros desechos de satisfacción, “Extraños en la noche” del mítico directo de UFO, que dejaron boquiabierto al personal.

La guitarra en forma de hacha rugió como una motosierra, lanzando chispas en forma de punteos y melodías siderales, talento desaforado. Un concierto redondo, presidido por una enorme calidad de sonido. Desde los primeros compases: “Lovedrive” y “Another piece of meat” todo fue pura ambrosía, antes de lanzarse de cabeza al ataquerrr: “Assault Attack” y sumergirse con pulsión febril en la materia “Into the arena”, recordando los dorados años ochenta al ritmo hedonista de “Rock my nights away”, más la soberbia “Attack of the mad axeman”, seguida de “Horizons” y la sinuosa “Before the devil knows you’re dead” (dedicada a Ronnie James Dio).

Fue en el ecuador cuando la banda decidió dar rienda suelta a la pasión rockera que llevan dentro y liberar al genio de la lámpara maravillosa. Así pudimos disfrutar de unas increíbles “Shoot, Shoot”, “Only you can rock me”, “Let it roll”, Too hot to handle” y “Lights Out”, en una versión abreviada del “Strangers in the Night”(78) de UFO. Huelgan las palabras. Con los ojos como platos, asistimos al último tramo de la velada donde sonaron varias piezas de Scorpions: la preciosísima balada “Holiday”, ejecutada con pulso magistral, más las rompedoras “Rock you like a Hurricane” y “Blackout”. Palabras mayores con “Rock bottom”, con un hipnótico interludio que nos cautivó como nunca.

Flipamos en colores. El himno por antonomasia, “Doctor Doctor”, puso definitivamente el broche de oro. En resumen, un prodigio de la naturaleza en hora y cuarenta que se nos pasó volando, cien minutos para recordar durante mucho tiempo. Una vez más, M.S.G. se alzaron como una de las mejores propuestas que se pueden ver actualmente en vivo, un combo diamantino que imparte una verdadera cátedra de buen gusto y sabiduría rockera sobre las tablas. Si Mozart, Bach, Beethoven, (o Richard Wagner) levantaran la cabeza, dirían: “Michael Schenker es uno de los nuestros”. No se puede hacer mejor. Para quitarse el sombrero.

4

Deja una respuesta