Género: Pop / Electrónica
PUNTUACIÓN: 8
Dolo Beltrán y Caim Riba editan su cuarta criatura de estudio, convertidos por méritos propios en los reyes de la electrónica pret-a-porter, del tecno asequible para todos los públicos, con pinceladas relevantes de sofisticación y elegancia, y un cierto tañido arty. Si Olvido Gara y Nacho Canut (Fangoria) se han convertido en los amos de la pista de baile, en la emperatriz del burlesque capitalino y en el monarca del vodevil en los antros de Chueca y en los desfiles del orgullo, acompañados siempre por sus inseparables Nancys Rubias, desde la ciudad condal, doblan la apuesta con una propuesta de buen juego y mucho toque (en el cuarto oscuro) hablando de sensaciones inexploradas y combinando emociones a flor de piel. Ahora se deslizan con este “Viaje en Noria” como una escapada iniciática, donde dejar atrás todos los malestares y prejuicios de una época tan gris y encorsetada, poco propicia para propuestas artísticas que se salgan de los raíles de lo establecido. Dolo Beltrán se mete en la piel de una caperucita de barrio que se calza un “Chaleco salvavidas” para escapar de la “Jungla” de cristal, de la “Noria Fóbika”, determinada a encontrar su lugar en el mundo, explorando “Países Exóticos”… Lugares mejores donde compartir la noche cerrada y arañar el cielo, en pos de los dulces sueños (“Dolços somnis”) y “Un pedazo de tierra” donde asentarse, porque la “Fruta madura” está al caer, degustando nuevas recetas sonoras, espacios de libertad con mucho más sabor. Ya lo anticiparon en el Mayo Francés: ‘debajo de los adoquines, está la playa’. Propuesta interesante y sensitiva la que traen entre manos, con un as en la manga que enciende la mirada de los oyentes atentos. Sensualidad a raudales y un escalofrío agridulce podemos encontrar en este álbum amable y aterciopelado.