La sala Taboo acoge la entrega de los premios de la Noche en Vivo, con músicos protestando en la entrada

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Anteayer se entregaron los Guilles en la sala Taboo de Madrid, en una gala que no acabó de dejar un sabor de boca sensacional precisamente, pues hacer estas cosas en una sala tiene sus inconvenientes: el público pasó gran parte de la velada a lo suyo, y tanto presentadores como premiados tuvieron que lidiar con bastante murmullo. Una debilidad de la gala que se vio agravada por el precio escandaloso de las consumiciones (a nueve euros la copa, ¿pero dónde vamos a ir a parar?), algo incomprensible tratándose de una noche en familia, como quien dice. Pero eso no fue lo peor. Ver cómo se suceden las incomparecencias a la hora de recoger los premios (ni Raimundo Amador, ni Carlos Chaouen, ni Ñaco Goñi ni los Emeterians se dignaron a pasarse por allí) da bastante bajón al respetable.  Pero aun así, el buen ambiente, la acertada combinación de César Strawberry y Guillermo Rayo (por cierto Guille, se llaman Canteca de Macao, no Manteca de Cacao, aunque tuvo su gracia) como maestros de ceremonias y el buen hacer sobre las tablas de Ogun Afrobeat, Teté y los Ciclones y, especialmente, Los Coronas (cómo ganan en directo), cortaron el paso al aburrimiento.

Chano Domínguez, que en la actualidad pasea su espectáculo de jazz por toda España y que esta misma semana ha actuado en Madrid dentro del Continental Latin Jazz, fue uno de los principales galardonados. La gira de Raimundo Amador, quien recientemente editó su disco «Medio hombre, medio guitarra», fue distinguida como la mejor en la categoría de flamenco, mientras que la del cantautor Carlos Chaouen lo fue en la de «Sabor a club». Los conciertos de los grupos Pájaro Sunrise e Inlogic han sido considerados como los mejores del año dentro del circuito de salas en las categorías de pop y de rock, respectivamente. Esta edición ha querido además distinguir a Quique González con el premio “No nos olvida”, por ser “un artista que aún habiendo saltado el escalón del circuito de salas de conciertos, aún es un asiduo colaborador de éstas”. Junto a ellos, también han sido premiados Aaron Thomas como artista revelación, Ñaco Goñi (categoría de músicas negras), Marwan (canción de autor) y Emeterians (músicas del mundo), además de Santiago Alcanda, del programa «Como lo oyes» de Radio 3, y Pedro Blanco y Alberto Granados, de «Hoy por hoy» de la Cadena Ser, por su aportación a la difusión musical. Los últimos galardones fueron para la Asociación de Empresarios de Ocio Nocturno de la Comunidad de Madrid y para Javier Muñiz, ex presidente de «La Noche en Vivo, que recibió un premio especial honorífico.

No podemos dejar de mencionar (como sí han hecho en otros muchos medios) la concentración que tuvo lugar en la puerta de Taboo, en la que un grupo de músicos asociados en la UMTRADE (Unión de Músicos por el Trabajo y sus Derechos) protestaron por los «abusos» de las salas de conciertos con respecto a las bandas, «pues con el régimen de alquiler de la sala para actuar se las somete a unas condiciones injustas, que son especialmente desfavorables para las nuevas bandas», aseguraron los organizadores de la protesta. En el interior de Taboo hablamos con algunos dueños de salas de Madrid y nos comentaron que, si quieren ser mínimamente rentables, por ahora no pueden cambiar su forma de actuar. El caso es que los protestantes nos aseguraron que hay una subvención recibida por las salas recientemente, y que podría poner fin a esta situación. Desde HRB animamos a ambas partes a sentarse a negociar, pues esta situación, además de perjudicial, es muy fea…

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