La banda más emblemática del mestizaje barcelonés dice adiós tras 15 años en la carretera presentando su disco de despedida, «Corriente vital» (próximas fechas: 25 febrero en Barakaldo, 26 en Madrid, 19 marzo San 
Vicente de Raspeig, 25 de marzo Las Palmas de Gran Canaria), en el que colaboran Najwa Nimri, Manolo García, Miguel Campello, Estopa, Amaral, Jorge Drexler, Bebe, La Troba Kung Fu, Los Pericos y Roldán (de Orishas), entre muchos otros. Xavi Turull (percusión) nos atiende al teléfono para hacer repaso de su trayectoria.
¿Por qué os separáis?
Cada uno de nosotros tenemos proyectos en solitario que queremos desarrollar desde hace tiempo, y por A o por B, Ojos de Brujo nos quitaba todo el tiempo. Es el mejor momento de parar, ahora que hemos hecho un disco tan bonito y con colaboraciones tan especiales. Pero esto no es un cierre de por vida, es una paradita.
Que durará en función de cómo os vaya con cada proyecto en solitario, supongo.
Sí, puede que cuando queramos volver haya alguien que esté muy enganchado con su proyecto, y no quiera regresar al grupo. Es que esta banda exige una dedicación bestial, yo a veces pienso en lo que he sacrificado y alucino conmigo mismo, ¡si hasta tengo el pelo blanco ya! De todas maneras Ojos de Brujo ha sido muy cambiante en la formación, así que no creo que hubiese problema con eso. Todos ganaremos experiencias que luego podremos aplicar a Ojos de Brujo.
Creo que la gestión del grupo se estaba haciendo insostenible.
Caótica, diría yo. Lo de funcionar como una multinacional siendo independiente funciona al principio, pero luego las responsabilidades te superan, es demasiado trabajo.
Los que os veían como un ejemplo de autogestión se habrán echado a temblar…
Bueno, es que el mundo ha cambiado mucho. La crisis, que se la han inventado los ricos para que los que estamos a medio camino nos arruinemos, ha arrasado con las pequeñas empresas, y la nuestra es una de ellas. Ya no se puede tener una discográfica como la nuestra, que saca un disco cada dos años, y que encima no se vende.
Pero en vivo todo iba como la seda…
Sí, pero la crisis también ha hecho que la gente no tenga dinero para pagarse los conciertos, y tiene que seleccionar uno de los cuatro que le gustaría ir cada mes. Por eso, cada vez hay más oferta que demanda. Nosotros hemos podido esquivar un poco la situación porque vamos mucho a tocar al extranjero. Este verano pasado, cuando muchos no se comieron una mierda, nosotros tuvimos 70 bolos.
Entonces, ¿recomendáis la autogestión en un momento como el actual?
La recomiendo para empezar, pero cuando quieres ir un poco más allá se hace imposible. ¿Tú sabes el currazo que es encontrar una distribuidora, país por país? Llegó un momento en el que éramos muy empresarios y menos músicos, y decidimos que teníamos que hacer acuerdos de distribución con multinacionales. Estuvimos negociando con Sony y Universal, pero los únicos que se pusieron las pilas fueron los de Warner, y por eso los elegimos a ellos.
Hubo quien pensó que esa opción era venderos.
Yaaa…. Porque nosotros defendíamos la postura de que no hacía falta tener una multinacional detrás, y queríamos demostrar que era posible. Pero ya en el segundo disco nos desbordamos. No reaccionamos a tiempo. Si quieres proyección internacional, necesitas ayuda de alguien que llegue a todo el mundo, de eso no hay duda, así de claro te lo digo. Llegar a varios países requiere una multinacional, lo dice la propia palabra, multi, muchos.
Pero ahora sí se puede, con internet.
Ahora, por lo que te decía antes, todo ha cambiado. En el momento en que desaparezcan del todo los CD, cualquiera podrá hacer llegar su música a cualquier parte del mundo. Nosotros estamos en ese cambio.
En el disco hay algunas colaboraciones algo chocantes para lo que ha sido vuestra trayectoria más o menos alternativa: Estopa, Bebe. Y leí en La Vanguardia que uno de vosotros estaba “asqueado” de ellas.
Eso es mentira, en La Vanguardia tenéis un compañero de profesión que estaría mejor en el Hola. Nuestro compi Panko está hecho polvo, porque él nunca dijo nada de eso. Además, hemos dividido mucho el trabajo y él apenas había oído algunas canciones, así que no podía evitar. Lo que hizo el periodista de La Vanguardia fue algo más que sacar las cosas de contexto.
ElBicho también se separan, ¿se agota el mestizaje? ¿la crisis afecta más a los grupos-coletivo?
¡Ja, ja, ja! La crisis afecta, pero no creo que sea por eso. Creo que tiene más sentido pensar en el nivel de implicación que tienen los miembros de este tipo de grupos, que es mucho mayor de la de otro tipo de bandas. Se trabaja con más intensidad, se decide todo en asambleas, y eso agota. Que un grupo-colectivo dure o no, dependerá cada vez más de la demanda internacional que tengas, porque en España lo de girar está cada vez peor.
En relación al sistema asambleario de toma de decisiones, ¿siempre os ha ido bien?
En las asambleas siempre hay gente más activa y gente más pasiva, que va más arrastrada, eso siempre ha sido así, y no es algo malo, simplemente es algo que ocurre. Y los que somos más activos tenemos más posibilidades de salirnos con la nuestra. Hemos tenido temporadas en las que todos no ponemos más gallitos, y ora en las que nos relajamos más y dejamos que los demás opinen y tengan razón, por decirlo así. Para que esto durara, todos hemos tenido que convencernos de que ideas contrarias a las nuestras también podían funcionar bien. Esa actitud es fundamental a veces.
A lo mejor había alguien que no quería hacer este parón…
Siempre hay gente que no está de acuerdo…
