Crónica – Concierto de FOO FIGHTERS (Palacio de Deportes de Madrid, 6 de julio)

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FOORIA FIGHTER EN MADRID

Las ganas de comerse el mundo propias de unos quinceañeros que acaban de entrar en el negocio, así es como se mostraron ayer, en un Palacio de Deportes abarrotadísimo (las entradas se agotaron hace semanas) para presenciar la puesta de largo de “Wasting Light”, séptimo disco de la banda. Llenos de energía, dispuestos a pasárselo incluso mejor que el público. Quizá esa sea una de las claves para dar conciertos tan buenos como el del miércoles.

Dave Grohl, un front-man lleno de carisma y confianza en sí mismo, sabe cada noche que cuenta con la admiración de un público que además de rendirle culto es masivo, y se nota cuando en un nuevo concierto mira por primera vez a los ojos de un nuevo público. Cuando se enfrentó al de Madrid, arrasó desde el primer momento con un comienzo demoledor que puso el Palacio de Deportes a sus pies. “Bridge Burning” y “Rope”, aunque sonaron algo saturadas -se arregló enseguida-, descargaron una intensidad que desbordó las emociones de la parroquia con “The Pretender”. Rock en estado purísimo, como el propio Grohl dijo: «esto no va de ordenadores, va de personas e instrumentos».
Grohl copa el protagonismo de las actuaciones de Foo Fighters por completo y sus músicos llegan a parecer meras comparsas por momentos, pero esa es la única pega que se les puede poner. Porque la furia y la entrega que se transmite desde el escenario traspasa al espectador en todo momento. En «My hero”, era el propio público quien retumbaba en el recinto como si fuera el instrumento principal. Y los pogos con “White Limo” en las primeras filas fueron de lo más divertido. La gente se lo estaba pasando como en su vida.

Grohl maneja a sus hinchadas con tanta soltura y perspicacia emocional que se ha convertido en un experto en conciertos memorables. Se dirige a un lado de la grada, al otro, bromea, se pica con uno de sus guitarristas en un duelo de punteos eructa por el micrófono como si estuviera en la barra del bar de al lado, levanta la histeria cuando hace falta… «Arlandria», «Breakout», «Cold Day in the Sun Play», «Dear Rosemary», «Monkey Wrech», «These Days», «Best of you», «Wheels», una versión del «Tie Your Mother Down», de Queen, y una apoteósica «Everlong» cerraron una noche que mereció mucho más que la pena. Ser fan de Foo Fighters y no haber estado en el concierto del Palacio de Deportes de Madrid (el único en toda España, después de nueve años sin venir) debe doler mucho.  Porque fue uno de esos conciertos de los que hablas apasionadamente hasta la última copa antes de que amanezca..

FOTOS: ÁNGEL DE ANTONIO

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