Crónica – Concierto de PETER DOHERTY (17 abril, La Riviera)

por

Como una reunión entre amigos. Así es como hizo sentir Peter Doherty al público que tenía enfrente el domingo, 17 de abril, en la sala Joy Eslava.

Lejos de su imagen pendenciera, gamberra y desquiciada, el británico hizo algo más que mantener el tipo durante más de hora y media encima del escenario: él solo con la única compañía de su guitarra y dos bailarinas que de vez en cuando aparecían en una extraña «performance» de ballet clásico. Ah, y de algunos espontáneos que invitó a compartir micrófono.Ya decimos, como una reunión de antiguos alumnos. Eso sí, llegó con retraso y fumando, pero fueron los únicos atisbos de su antigua guerra contra el mundo y contra sí mismo.

«Can’t stand me now» abrió con fuerza el recital, haciendo saber a todos que aunque el formato era semejante al de un cantautor, la energía que iba a desprender era más semejante a la de un grupo de pop-rock.Para ello cuenta con un repertorio repleto de momentos gloriosos, tanto en Libertines como en Babyshambles.

De su nueva etapa en solitario, por ahora solo cuenta con su disco de debut, «Grace/ Wastelands»,que muestra a un Doherty que no solo se ha añadido la «r» al final del nombre por el que era conocido hasta ahora, sino que es reflejo de una vida más serena y centrada. De este álbum de 2009, su canción más conseguida, «Last of the english roses», fue la que sirvió para cerrar la intensa velada.

En medio, las anécdotas se iban sucediendo a gran rapidez. A su lado caían todo tipo de objetos: prendas íntimas femeninas, trozos de bocadillos, alguna botella de agua, sombreros… incluso una bufanda del Betis que mostró con cara de «qué diablos es esto».

El público, entregado, también le entregaba a él elementos con los que alimentar su fama de rockero de pro, comocigarrillos y una botella de licor que probó e hizo probar a las primeras filas. Arriesgarse a hacer subir a varios fans para cantar con él fue una nueva muestra de la simpatía desplegada por el astro. De hecho, algunos se tomaron aquello como vía libre para aparecer cuando nadie les llamaba.

En cualquier caso, consiguió demostrar que no necesita ser carne de la prensa amarilla, rosa o cualquier otro color para pasar a la historia como un gran músico.

Alguien capaz de componer (e interpretar a pelo con garra) canciones como «Time for heroes», «For lovers», «Delivery», «The blinding», «Beg, steal or borrow»…

Por cierto, en el grupo telonero, The Ezra Beats estaba su hermana, AmyJo Doherty, que parecía seguir la estela folkie de Peter con divertidas canciones en formato acústico, que ella se encarga de animar con su pizpireta presencia.

Deja una respuesta