Crítica – FUEL FANDANGO «Fuel Fandango»

por

Sello: Arena Records / 18 chulos

Género: Fusión (Funk-Rock, Flamenco, Electrónica)

PUNTUACIÓN: 8

Un nuevo dúo asoma con fuerza en la música electrónica de nuestro país. El productor Ale Acosta (Mojo Project) encontró su media naranja en la cantante cordobesa Nita, una morenaza despampanante y de esta historia de amor a primera vista nació uno de los proyectos más apetecibles e interesantes del panorama ibérico en estos momentos, que en directo se convierten en power-trío, con la aportación del batería Carlos Sosa. Ya lo dicen (con una sabiduría ancestral) nuestros vecinos galos: que un buen matrimonio necesita tres elementos para asentarse y para que la convivencia sea fluida, aunque por estos pagos la opinión mayoritaria sea que dos son pareja y tres, multitud. Pero claro, con buena banda, bien se toca. Más si cabe, con un bellezón del sur al frente, que pone la sensualidad del soul al servicio de unas composiciones muy bien perfiladas, con una gran arquitectura y calado sonoro, teñidas de TECNO con mayúsculas y sintetizadores que se debaten entre la electrónica elegante y el chill-out sin complejos. Del disco nos gustan mucho, canciones como “The Engine”, No Sense”, “Shiny soul”, a la altura de los mismísimos Depeche Mode, pero con un toque autóctono y fácilmente distinguible. Chambao ya tienen competencia (aunque Fuel Fandango se deslizan por caminos más ásperos), unos pasos que recuerdan a los barceloneses Pastora (pero sin la dulzura y pícara mirada que le pone Dolo Beltán a sus tonadas), sumergiéndose a pleno pulmón en la música negra y en el funk (“Uh uh”) y cantando en inglés, con la vista puesta en el exterior. “Hacemos canciones orgánicas de baile” declaran los protagonistas, en un plástico ecléctrico (una mezcla de ecléctico y eléctrico) donde también hay espacio para las estructuras rockeras y las guitarras ambientales, para las melodías pop y las sutiles pinceladas de flamenquito que colorean un álbum muy sugestivo por los cuatro costados.

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