La escena es bien conocida: James Hetfield, en mitad de una carretera sueca, corre en calcetines buscando a «unos negros» para abrirles la cabeza a mordiscos. ¿Por qué? El conductor del autobús de la gira de Metallica afirma que el accidente que acaban de sufrir se debe a la irrupción de un grupo de gente de raza negra en medio de la vía.
Pero vayamos a un par de horas antes. Cliff Burton y Kirk Hammet se juegan a las cartas un asiento decente en el «bule» para poder dormir a gusto. Burton gana la mano y elige la parte de atrás para poder estirarse. Poco después, el chófer se duerme, el vehículo vuelca y el bajista sale volando por la ventana y queda atrapado bajo los hierros. Ante la ira de Hetfield, el irresponsable conductor se inventa la excusa de los negros, y el cantante sale corriendo a buscarlos. Cuando se da cuenta de que le han tomado el pelo, de que la versión es completamente estúpida, regresa al autobús dispuesto a matar a golpes al conductor. Entre todos consiguen frenarle. A unos metros yace el cadáver de Cliff Burton, su compañero y amigo.
Hoy se cumplen 25 años de la muerte de este genial músico, el segundo bajista de Metallica (al primero, Ron McGovney, le echaron de mala manera en cuanto vieron tocar a Burton en un garito), y, por lo que cuentan las crónicas, increíble persona. Nuestra Excavación del Día es un homenaje al mejor bajista de la historia del thrash metal y a su memoria, todavía muy presente en la banda de San Francisco, como podéis ver en el vídeo de más abajo (en inglés).
Uno de los más grandes, sin duda. Yo también le rindo homenaje con un post en mi blog.