La banda punk más demoledora de Vancouver, Alien Boys, acaba de lanzar Live at Rain City Recorders …
…un EP que recoge la esencia más cruda y directa del grupo: cuatro canciones grabadas en una sola toma y sin postproducción, como debe ser en el punk de verdad.
El EP fue grabado en directo en el mítico estudio Rain City Recorders bajo la producción del legendario Jesse Gander, que ya trabajó con ellos en sus discos anteriores Night Danger (2019) y The Weight of It All (2023).
Esta vez, se tiraron a la piscina con una sesión grabada con una sola cámara, sin cortes ni segundas oportunidades. “No hay perdón en una toma única. O lo das todo o no lo haces”, dicen.
Alien Boys se mueve entre el punk más político, el hardcore más visceral y ese espíritu riot grrrl que te arranca la piel a mordiscos. Si te gustan bandas como L7, The Gits, The Rebel Spell, Amyl and the Sniffers o Dead Kennedys, aquí vas a encontrar un nuevo grupo de cabecera.
Su nuevo single, «Punching Concrete», abre el EP con una patada a la mandíbula del capitalismo tardío. “Todos estamos atrapados en sistemas que contradicen nuestras creencias. La solución no es aislarnos, sino empujar juntxs hacia un cambio real”, comentan.
También incluyen una versión brutalmente reinterpretada del clásico de PJ Harvey, “Down by the Water”, con una atmósfera densa y distorsionada, llevada a su terreno con mucha garra. “Es un tema con múltiples capas de lectura, y nos encantó traducir su desesperación al lenguaje sonoro de Alien Boys”, explican.
Formado en 2016, el grupo —con Sarinn a la voz, Erin y Alex a las guitarras, Ivana al bajo y Juan a la batería— ha compartido escenario con leyendas del punk como DOA, The Dead Boys, The Black Halos o Propagandhi.
Su trayectoria ha sido un ascenso imparable desde aquella primera demo Self-Critical Theory (2016), pasando por sus LPs hasta llegar a este EP, que suena a declaración de intenciones.
Live at Rain City Recorders no es solo un directo. Es un manifiesto de energía sin filtros, de rabia bien canalizada, de política desde las entrañas. Es punk que aún tiene algo que decir. Guitarras que sangran. Voces que no piden permiso. Una llamada a las armas.
