Andrea y Carla Motis han compartido muchas horas de conciertos juntas, pero hasta hace muy poco no habían decidido trabajar un dúo que en cada concierto que pasa se consolida más.
A Andrea le gusta de su hermana el gusto que tiene por el riesgo, por el jazz más «iconoclasta e inconformista», y Carla destaca de Andrea la «extrema facilidad» que tiene para adaptarse a todos los contextos, desde el jazz más clásico con el que empezó a ser conocida hasta el repertorio latinoamericano o el funk que han conformado sus dos últimas aventuras discográficas.
Juntas proponen un dúo íntimo y audaz, sutil y contundente, abierto a todo tipo de sonoridades.