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Si estás por Barna, ve a SANISIDRO mañana 23… Psicodelia y Folk-Mediterráneo

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Este viernes 23 de febrero SanIsidro aterriza con grupo al completo en la sala VOL de Barcelona. Abre la noche el guitarrista Negro, un histórico de La Castanya que vuelve a los escenarios girando con el valenciano.

Psicodélia-Folk-Mediterránea impulsada por una exuberante instrumentación: guitarras flamencas y eléctricas, bajo, percusión y vientos. Todo fundido por una voz que revela un particular mundo interior. Con sabores que van de Tropicalia a Spaghetti, de Sahel a Rebetiko, “SAMBORI”
de SanIsidro no pertenece a ningún género.

El cantautor valenciano Isidro Rubio debutó en 2020 con un EP publicado por el sello norteamericano Slovenly. Anteriormente había tocado en bandas de punk, rock n roll y garage-60’s como Wau y los Arrrghs!!!, Johnny Casino o King Khan.

En un mundo en el que priman las prisas y el egoísmo, los postulados de SanIsidroson revolucionarios. A la hora de encarar este nuevo proyecto, Isidro Rubio lo tenía claro: quería que esta fuese una música amable y envolvente, que hiciera compañía a todo aquel que se detuviera a escucharla. Con un expediente inmaculado en bandas de punk y rock’n’roll, llegó el momento de cambiar de tercio. Su reflejo adopta ahora la forma de una música simple y a la vez exuberante, llena de matices, donde se pueden mezclar ritmos y cadencias de cualquier género.

Para muestra, “Puente de plata”, inmejorable carta de presentación de un nuevo trabajo que nos remite a coordenadas folk, pero que tiene la vista puesta en muchos otros lugares del mundo. Sin ir más lejos, presenta una melodía del medio oriente con ritmo caribeño, guarnecido con deliciosas congas. Efectivamente, en un mundo en el que priman las prisas y el egoísmo, esta invitación a detenerlo todo durante cuatro minutos es un acto revolucionario.

Desde la misma manera en que fue concebida, esta canción —y el resto de las que completan el lote— desafía las lógicas de un mercado que invita al consumo rápido y a la escucha pasiva. El propio Isidro cuenta que desde 2017 ha grabado diferentes demos de “Puente de plata” con sonidos y planteamientos muy dispares. La idea embrionaria de “Pecado de omisión”, por poner otro ejemplo, se remonta a 2015. Esta es, indudablemente, una de las ventajas de montártelo por tu cuenta, componer sin ningún tipo de prisa.

Al respecto, resulta esclarecedor lo que expone Isidro sobre el proceso de composición que ha seguido durante estos últimos años. El músico valenciano asegura que no tiene fórmula ni punto de partida recurrente, pero que intenta canalizar en lo que hace la música que le afecta. Esta, como queda más que claro en “SAMBORI”, tiene muchas formas y procedencias distintas.

Sin él pretenderlo, sumergirse en esta obra supone viajar por el mundo y derribar cualquier frontera creativa. Un viaje en el que Rubio prueba y prueba sin buscar ningún sonido en particular y que concluye en el momento en el que se reconoce a sí mismo en estas piezas: si suena a él, está lista para ser compartida con el resto de la humanidad.

Porque el medio es también el mensaje, en “SAMBORI” reinan los medios tiempos elegantes y llenos de emotividad. Un trabajo que invita a la contemplación, a ser paladeado. La libertad artística que guió el proceso de composición se percibe en unas canciones carentes de ataduras y en la pasmosa facilidad con la que SanIsidro pasa de un registro a otro. La rica instrumentación de este álbum —suenan bombardinos, congas, bongos, cascabeles, panderetas, panderos, ruanes, güiros, vibráfonos, darbukas y un largo etcétera— lo hace sobresalir en un panorama musical cada vez más uniforme y saturado.

“SAMBORI” —la palabra valenciana para rayuela— parece un título más que apto para una colección de canciones juguetonas, sugerentes y con capacidad para transportarte a otro tiempo y a otro lugar…

Entradas SanIsidro + Negro @ VOL, Barcelon
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