LOS COTOPLA BOYZ: Cumbia psicodélica desde Colombia

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N’sync’ es la canción de la banda de cumbia psicodélica Los Cotopla Boyz, que sigue con la narrativa de las redes sociales para consagrar su sonido millenial entre los jóvenes.

Con un riff en unísono por todos los instrumentos, solos despampanantes con pinceladas de sus influencias de reggaetón dosmilero y riffs que dan ganas de poner en fuego la siguiente guitarra que uno tenga en mano, «N’sync» es el perfecto entremés para seguir con esta racha de sencillos que nos dejan Los Cotopla boyz para dar paso a su primer vinilo remasterizado del álbum publicado en 2020, Mamarron Vol 1.

La canción viene acompañada de un video hecho por Sergio Moreno, quien ha hecho campañas para el Festival Estéreo Picnic y Pepsi y tiene su propia marca de ropa. Es una animación de los Cotopla con sus trajes característicos de rangers de la cumbia y que narra la historia de un personaje que lo dejan en una conversación en visto.

Todo comienza en Bogotá, la que podría decirse, la caldera tropicanibalista por excelencia; el lugar que ha visto nacer proyectos como Frente Cumbiero, Los Meridian Brothers, Romperayo, Chúpame el dedo, Dub de Gaita, Los Pirañas, Ondatrópica y El León Pardo, entre otras excentricidades que han seducido al mundo y que destacan no solamente por su virtuosidad, sino por la conexión que habita entre ese rescate del folclore tradicional, con el futurismo lisérgico que se expande por el mundo con su carácter hipnótico.   De esa escuela fundacional que surgió en la segunda década del nuevo milenio, hay ya una nueva generación que ha propuesto la continuidad de la escena tropicanibal, con agrupaciones como La Sonora Mazurén, La Tromba Bacalao, Los Yoryis, El Conjunto Media Luna y por supuesto, Los Cotopla Boyz.

 El quinteto, aunque formado en Bogotá en el 2018, habita en un multiverso distópico post pandemia en el que su misión es salvar la fiesta. De ahí que su performance en vivo tenga esa ilusión de Power Rangers frenéticos que cantan sobre sus aventuras, como si de cantares épicos se tratara, solo que en vez de hazañas heróicas, hablan jocosamente de la cotidianidad que los atraviesa, como el drama “N’sync” que hace referencia a ese chat en el que te dejaron en visto, o “Me malviajé con las Ganlletas” donde abordan la experimentación alucinógena de ingerir cannabis y enloquecer.

También de estas experiencias surgen canciones como el torpe desamor en “Dame tu Wasap”, el catártico “Tren de Cotopla” y la oda al exceso en “Raspafiestas”, ese momento de tu vida en el que la noche parece eterna y solo quieres ir de fiesta en fiesta hasta que el mundo se acabe.   Estas canciones, junto con “Plakton (Abanico Sanyo)” y “El peruanito”, hacen parte de Mamarron, Vol.1 un compilado de siete cañonazos millennials inspirados en Los Mirlos, Los Hechizeros Band, Anan, Wendy Sulca, La Sonora Cordobesa, Bad Bunny, Yandel y Los Corraleros de Majagual. Esto quedó consignado en su disco debut que vio la luz en el 2020 en medio de la pandemia y que será reeditado en 2022 por AYA Records (sub-sello de ZZK Records).

Además de ser prensado en vinilo, contará con el bonus track “El Peruanito” reinterpretado por el productor colombiano Santiago Navas y extraído de Mamarrón, Vol.2 su disco de remixes del que hicieron parte figuras como Frente Cumbiero, Cerrero, Prendida, Sonido Confirmación, DJ Rata Piano y Felipe Orjuela, productores y músicos locales con alcance y visión global que expanden el universo raspafiesta hasta los sinfines del mundo.  

 Los Cotopla Boyz son una experiencia cumbiera, sudorosa y esquizofrénica de la cual han sido testigos las calderas emergentes bogotanas como Matik-Matik, Boogaloop, El Chamán, Tejo Turmequé, Videoclub y el festival Estereo Picnic, brindando noches de desenfreno al ritmo de un cumbión desaforado, un ritual de liberación que ofrece a sus asistentes la máxima catarsis. Lo de los Cotopla es hacer sudar las paredes, prender fuego en los pies sobre la pista de baile, logrando en su fanaticada movimientos amorfos en noches exquisitas.