Entrevista con THE LIMBOOS: «En vez de resignarnos a malvivir con un empleo precario, decidimos malvivir de la música»

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La formidable banda de R&B afincada en Madrid presenta su aplaudido «Limbootica» este jueves dentro de los conciertos SON Estrella Galicia.

Jueves 18 mayo –  Sala El Sol – MADRID entradas
El concierto será a las 22:30 horas | Apertura de puertas: 22:00 horas

Lo extraordinario a veces acontece ante nuestras propias narices. Y en pocas ocasiones puede uno vanagloriarse de cruzarse con un grupo tan magnífico como Los Limboos. Son extraordinarios porque no es nada común encontrarse con una banda actual de R&B con tanto talento musical y que, a su vez, suene diferente a todas los demás. Y son magníficos porque su conocimiento y devoción por los maestros del género se plasma en cada una de sus canciones, TODAS escritas por ellos mismos. En ellas queda impreso un raro don: aunar ritmo y elegancia a raudales.

Los Limboos surgieron de la nada hará cuestión de cuatro años. A las pocas semanas, grabaron un single, tomaron la carretera y no han parado de dar vueltas hasta hoy. La banda ha estado paseando su «Rhythm & Blues Exótico» por media Europa con un show de los que no se olvidan fácilmente. Su primer LP «Space Mambo» (Penniman Records, 2014) pilló por sorpresa a todo el mundo -medios incluidos-, y sus canciones y directos engancharon a todo tipo de público, sumando adeptos más allá del circuito del rock and roll.

Habéis tocado muchísimo por todas partes. ¿Tanto directo ha estado retrasando este disco? ¿Eso os ha llegado a preocupar un poco, por lo de tener una regularidad?

No sabemos hasta qué punto ha sido así, aunque no cabe duda de que el hecho de no parar de girar con ‘Space Mambo’ en casi dos años, nos dejó poco tiempo para profundizar en las nuevas ideas que iban surgiendo. Llegó un punto en el que nos miramos y dijimos «Oye, a lo mejor debemos empezar a pensar en grabar, ¿no?». Preocupados no hemos estado más que por minucias. Eso sí, ya nos hemos propuesto acortar plazos para el próximo disco.

La ampliación de la paleta sónica que hay en este disco, ¿es fruto de una intención premeditada, o el repertorio fue saliendo así de forma natural?

La incorporación de Dani con el saxo y Santi con el contrabajo tuvo un poco de intención y al mismo tiempo de espontaneidad. Las primeras canciones no fueron pensadas para estos instrumentos, por lo que se adaptaron. Por el contrario, todo lo referente a Limbootica! Fue concebido con esta formación y el trabajo de arreglar cada canción fue muy minucioso.

Durante la grabación, ¿os habéis notado más exigentes con vosotros mismos que haciendo “Space mambo”?

Sin duda. Cuando grabas un primer disco el premio es ese mismo, no tienes el listón puesto en ninguna altura. En el caso de «Limbootica» queríamos subir un escalón (o dos). Por ello, tuvimos un trabajo muy intenso con cada una de las canciones en todo lo que respecta a arreglos, sonido, etc.

¿Hubo alguna “filosofía de trabajo” particular en el estudio?

Nuestra filosofía de trabajo es la de los ‘empollones’. Llevamos los temas tan claros que en el estudio solemos pararnos sobre todo para conseguir un sonido óptimo. Algo que es fundamental al grabar en directo y analógico.

¿Hasta qué punto son importantes las letras en este grupo? ¿lo han sido más en esta ocasión?

Desde luego, The Limboos distan de la canción de autor (aunque admiramos a muchos artistas/poetas). Las letras pretenden ser un aliciente a la propia ‘onda’ de cada canción, aunque en general primamos toda la parte musical. No somos de sacrificar una gran melodía por meter una frase en particular.

Si este disco tuviera “guías espirituales” (leyendas cuya influencia/sombra se intuya en las canciones), ¿quiénes serían?

Siempre hay espíritus rondando… Nuestras influencias son de lo más variopintas. En este disco se pueden sentir reminiscencias de Five Royales, Ruth Brown, Mel Tormé… incluso de Tito Puente o Pérez Prado.

¿Sentís que empezáis a ser un poco la punta de lanza de todo un movimiento que, por muy efervescente que sea, no termina de llamar la atención de los grandes medios?

Con el tema de la música y los medios uno no puede guiarse por ningún tipo de fórmula. No existe. Hay grupos de amigos como Guadalupe Plata, a los que los medios les hacen caso. Luego hay muchos otros que no. Más que ser punta de lanza o no, la realidad es que cada banda bastante tiene con aguantar su mástil para seguir navegando. Realmente lo nuestro es tocar, y es lo único sobre lo que tenemos control. El resto es demasiado relativo como para romperse la cabeza con ello.

¿Cómo investigáis en busca de nueva música? ¿Mucho cajón y estantería, o mucho internet?

Somos románticos hasta para investigar musicalmente. Muchos mercadillos de vinilos y cosas por el estilo; aunque internet tiene la inmediatez para poder indagar hasta quedarte ciego buscando cualquier tipo de música.

¿Cómo se recibe vuestra propuesta en grandes festivales de corte indie? ¿Se les nota que vuestro rollo les refresca entre tanto grupo clon?

Esta pregunta enlaza bien con la de los medios, al final es un poco el mismo juego. Hemos hecho algunos festivales de corte más indie y la respuesta siempre ha sido muy positiva por parte del público. Eso nos lleva a la pregunta: ¿Por qué parece que solo hay diez grupos en España? Es otra fórmula. Entendemos que un festival quiera apostar sobre seguro, pero la esencia de los grandes festivales también debería ser la de descubrir nuevos grupos. Por suerte, cada vez hay más festivales tradicionalmente ‘indies’ que van abriendo un poco su espectro como puede ser el caso del Ebrovisión o el Sonorama.

¿Cuántos vinilos habéis llegado a vender en una sola noche? ¿Os currais mucho el merchan?

Lo del merchan, como lo de conducir la furgoneta, descargarla… son esas otras partes del business ‘artístico’ que está bien dar a conocer, aunque no sean tan glamurosas. Lo normal es que tras la última canción vayamos a ‘recuperarnos’ del bolo vendiendo discos. En cuanto a ventas, siempre hay de todo aunque ahora, con el nuevo disco, pasa aquello que cantan en los mercadillos: «¡Nos los quitan de las manos!».

¿Qué os aporta a nivel personal y artístico estar en una banda como The Limboos?

A nivel personal ahora mismo es nuestra apuesta. En vez de resignarnos a malvivir con un empleo precario nos decidimos a malvivir de la música, y hemos tenido suerte. Disfrutamos mucho de la carretera y todo lo que implica poder girar con un grupo. Nos sentimos muy privilegiados. Además, artísticamente, no nos ponemos ningún tipo de corsé. Somos gente con muy pocos prejuicios.

¿Alguna vez os habéis sentido incómodos con algún tipo de encasillamiento estilístico que os hayan adjudicado?

Tanto como incómodos no, aunque a veces da rabia ese encasillamiento. Varios de nosotros tenemos vínculo con el periodismo y sabemos la ‘necesidad’ de las etiquetas. El problema es esa fijación de comparar y medir todo. Estaría bien que las etiquetas fueran identificativas, pero la realidad es que lo único que aportan son barreras. Por eso remarcamos lo de ‘Exotic Rhythm & Blues’. Ese ‘exótic’ es nuestro salvoconducto mediático.

¿Cuáles han sido vuestros momentos más especiales sobre un escenario?

Llevamos cuatro años con la banda en los que apenas hemos parado de tocar, y los momentos son incontables: desde compartir escenario con James Hunter en varias ocasiones, a tocar en sitios recónditos de la geografía peninsular o europea. Disfrutamos mucho de cada concierto, al final, aunque suene tópico, todos los conciertos tienen algo por lo que los recuerdas.

¿Cómo es vuestra vida al margen de la banda? ¿Tenéis otros proyectos musicales ahora mismo?

Ahora mismo, nuestra vida gira entorno a la banda. Al margen todos tenemos nuestros hobbies y aficiones. Santi es el único con un empleo ‘no musical’ y Dani es el saxofonista de moda. Además de con The Limboos está con Forastero, Ogún y su proyecto recién estrenado, Los Saxos del Averno.

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