El noventa y nueve por ciento de las bandas nunca llegará a ser tan grande como aquellas que inspiraron su formaciĂłn. Dentro de ese porcentaje hay algunas que son buenas, exageradamente buenas como dice el anuncio, pero el reconocimiento más o menos masivo se les escapa entre los dedos cuando sĂłlo empiezan a atisbarlo. Puede que simplemente no estĂ©n viviendo en la Ă©poca adecuada para que su propuesta rompa tanto como la de sus Ădolos, y por eso su nombre termina inexorablemente relegado de los puestos más flamantes de las listas de Ă©xitos.
Si además el tuyo es un nombre tan confuso y, digámoslo claro, feo como el de Real Estate, no hacen falta demasiados golpes de mala suerte para que el proyecto se tope con barreras naturales insalvables. Incluso consumando un maravilloso maridaje entre The Feelies, The Byrds, Teenage Fanclub y Echo & The Bunnymen. AsĂ se presentaron los de Nueva Jersey en su debut epĂłnimo de 2009, y asĂ de bonita ha seguido siendo su mĂşsica en sus tres trabajos posteriores, “Days” (2011), “Atlas” (2014) y el reciĂ©n publicado “In Mind” (2017), un disco que ha vuelto a desatar pasiones en la crĂtica e indiferencia en el gran pĂşblico, a pesar de contener delicatessen de tan fácil y agradable digestiĂłn como el single “Darling” (no se pierdan el estupendo videoclip correspondiente). Su lĂder Martin Courtney descuelga el telĂ©fono para contarnos cĂłmo los cocinan.
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