Siguiendo los pasos de combos como La Cabra Mecánica o Trece Forajidos, se lanzan al estrellato un par de tipos sin complejos ni cortapisas: Kike Barbero, conocido en el mundo rumbero como “Kike Jaleito” (Jaleo Real), y Gini Téllez (Hojarasca), dos músicos curtidos en mil batallas en la escena barcelonesa, marcándose un rock malencarado con duende que ellos traducen como Rock&Deje.
Con un poquito de blues entre manos y un mucho de rock’n’roll rumbero, en la estepa del desconsuelo se crecen, amplificando los ecos callejeros en una ‘mueca de aquelarre y calavera’. Hechiceros de estopa, artesanos de canciones, apuestan doble o nada en un conjuro caprichoso, “Veneno en las tuercas” de un tiempo y un país que anda dando tumbos. “No habrá mañana” con la “Cabeza abajo” de tantas vueltas que dio el destino.
Ahora que Lichis quiere camaleonizarse con piel de ‘crooner’, nuestros protagonistas saltan a la arena a pecho descubierto, pero muy bien arropados por solventes lazarillos como Víctor Scarpa (bajo) y Daniel Bianchi (batería). Funambulistas en el alambre, se columpian por unas canciones luminosas con sentido del ritmo y bastante duende. “Te he escrito una ‘Canción de Mierda’ para mandártela en mp3. Porque hablando no nos entendemos, será que no me escuchas bien…”
Vanas incomunicaciones, coberturas que no llegan a su fin y otras distorsiones urbanas destiladas en orujo, nueve piezas sin desperdicio, perdidas en la niebla del atardecer. Camino expedito hasta llegar a la “Bulería de California” que cierra un álbum pletórico, con libertad de espíritu y voluntarismo a raudales. Si te gusta Kutxi Romero y su forma de componer, estos tipos te llegarán adentro, aunque no atesoren la astucia y hondura del bardo pamplonica, les sobran los motivos para lanzarse al ruedo y ponerse el mundo por montera. “La estrella” (buena) les guiará a la tierra prometida. Apostamos que sí.