Al más puro estilo Sangre Azul de sus comienzos se presentan Beethoven R. en su quinto elepé de estudio, mostrándose “Fuertes” en una declaración de intenciones que sus maestros ya enarbolaron en “Invadiendo tu ciudad”. Pura “Acción” para no darse por vencidos ante un mundo tan falso y canallesco como el que se nos viene encima…
Como un tatuaje “A fuego en la piel” llevan estos chicos el rock’n’roll, muy dentro, como un volcán a punto de estallar. No dan su brazo a torcer tras más de tres lustros de gloriosa y sufrida carrera, siempre sobre el filo de la navaja, planeando sobre el abismo de la indiferencia colectiva, en estos tiempos criminales de consumismo zombie y estulticia borreguil. Si Sobredosis gritaban bien alto aquello de “Alíate, alza tu bandera, la nuestra es la del rock.”, José Luís Saiz, Antonio Alcoba y compañía… suben un escalón y dejan el estandarte bien alto, hard-rock por vena, joda a quien joda, poderoso y sin complejos. Cortantes riffs de guitarra se alternan con acerados falsetes, eso sí, siempre sin abusar de los mismos, dando la nota precisa en el momento adecuado. “La tentación no vive arriba”, la tienen enfrente hasta morder “El fruto prohibido” de la pasión, hedonismo a flor de piel que se manifiesta en títulos como “Siempre quiero más”, “Falsas promesas”…
Soplan “Vientos de cambio”, aires de renovación que aquí se muestran volviendo a los orígenes, como un eterno Deja-Vu, en una espiral diabólica de círculo vicioso. ‘Sexo, drogas y Rock’N’Roll’, que rezaba el viejo aforismo. Antes de que pase “El último tren”, ellos quieren subirse a la chepa del éxito a toda costa, como si de un clavo ardiendo se tratase, colgándose de la brocha guitarrera y emulando a sus héroes, “Como en un sueño”, una perla cultivada que recuerda mucho a “Blaze of glory” de Bon Jovi, con ligeras pinceladas de Cinderella, que a la postre eran discípulos del rubio cantante de New Yersey. Si te gusta el hard-rock ochentero, si ansías farra nocturna con Aerosmith o Alice Cooper como telón de fondo, si AC/DC o Kiss son la banda sonora que te acompaña habitualmente, este es tu disco. ‘Sangre joven para el rock’n’roll, savia nueva para que nunca muera’. Y Beethoven R aúllan a la luna: ‘Más madera’ !!
