Crítica – MALA SUERTE “Traje blanco de cartón”

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Traje-Blanco-de-CartonGénero: Rock
Sello: Autoeditado

8 / 10

La banda madrileña presenta su séptimo álbum, con una profesionalidad digna de encomio para una formación que hace justicia a su nombre (sin demasiada fortuna en el pop español comercial) y que practica el ‘juan Palomo’ (yo me lo guiso- yo me lo como) desde su misma génesis, hace ya tres lustros.

Al más puro estilo Los Secretos, se deslizan una vez mas por un tobogán de sonidos melancólicos (arrancados de artistas como Tom Petty, Jackson Browne, The Byrds…) y querencias de pop español de los años ochenta. Producidos en esta ocasión por el polivalente Fernando Montesinos (Pereza, Poncho K, Jaula de Grillos, Belén Arjona, Obús) exprimen toda la sustancia en un plástico que pretende sintetizar las virtudes que todo ser humano debería atesorar. Embutidos en ese “Traje Blanco de Cartón” que desea incentivarnos en la elegancia, la pulcritud y la humildad. Su luminosa actitud en la vida les ha granjeado una pequeña legión de amigos (en torno a un millar) que siguen sus pasos y con su apoyo, les permite seguir funcionando, inasequibles al desaliento.

Una de las principales lecciones a tener en cuenta (y la moraleja principal del asunto) es que en la vida , además de hacer las cosas bien hay que llegar a tiempo, en el momento preciso, porque hay trenes que solo pasan una vez. Si nuestros protagonistas en vez de aterrizar en la escena musical a finales de los años noventa (cuando el panorama empezaba a amenazar ruina) lo hubieran hecho en los mitificados años ochenta, hoy tendrían una carrera pavimentada de baldosas amarillas. Sin embargo, contra viento y marea, se han batido el cobre estos últimos años, contra todos los elementos que azotan la profesión, en medio de un paisaje ciertamente devastado, como las ciudades que ardieron en Siria o Irak. ‘Tiempos Criminales’ que certificaron los artistas del rock contestatario y que ahora, a su manera, también constatan nuestros protagonistas. Qué duda cabe que corren malos tiempos para la lírica, si es que alguna vez los hubo buenos, ya casi se nos ha olvidado, pues el camino nunca fue fácil en un oficio tan inestable y traicionero como es la música. Más en este desdichado país. Hace tiempo, el maestro Santiago Auserón dedicó un elogio mortífero a una de sus referencias más admiradas, los dioses del rock urbano y el pop ilustrado, Asfalto: “vuestro problema es que erais demasiado buenos…”. Y en esta tierra yerma, donde la envidia corroe como la tiña, huelgan las palabras. ‘Sic Transit Gloria Mundit’, que diría un clásico.

Y sin embargo, Traje Blanco de Cartón está lleno de singles. Radiante paradoja en una época donde en la dichosa radio-fórmula manda la payola (vetada al común de los mortales), si no paga la mordida correspondiente y el estipendio establecido. Desde la primera tonada “Eres tú”, pasando por “Malasaña”, “Informal”, “Por delante” o la estupenda “Traje de Cartón” parece que “No hay nada que hacer” al respecto. El sistema ha plantado la ‘Presa de las Seis Gargantas’ para impedir que fluya la buena música y de paso, el librepensamiento y la cultura en general. Algunos lo llaman corrupción institucionalizada. Y los emporios de la comunicación no dan su brazo torcer. ‘Si todo pasó, si nada quedó, ya estás en tu eternidad…” cantaban Topo en unos de sus álbumes más afamados. Mala Suerte ya están instalados en su propia pertinacia, bien asentados en el parnaso de las buenas composiciones, intentando escalar al Olimpo de las Grandes e Inolvidables Canciones que les permita jugar en Primera División del pop español, aunque ellos tienen calidad y profesionalidad suficiente para jugar la Champions. Otra cosa es que no tengan un gran patrocinador, o un padrino de relumbrón, si bien, con esa actitud tan generosa les sobran los amigos en el mundillo musical. Álvaro Quesada (Jaula de Grillos) y Laura Rubio (Garaje Jack) aportan su granito de arena. Lo dicho, “No hay nada que hacer” o tal vez sí, bienvenidos una vez más a la Ciudad de Músicos.

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