Entrevista con ROSENDO: «De lo que estoy más orgulloso es de no haber cedido a las presiones»

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rosenCantar rock en español mola desde que lo hizo Rosendo Mercado. Aunque como él mismo asegura, «yo no canto, yo digo mis canciones». Todo rockero hispanohablante lo reconoce: en algún momento, antes o después, se han sentido influidos por el melenudo de Carabanchel. No digamos ya los guitarristas. Tanto en Ñu (donde empezó a tocar en 1972, cuando aún se llamaban Fresa), banda en la que empezó su carrera profesional en 1974 (año del cambio de nombre) como guitarra, ya que cantaba el gran José Carlos Molina, como en Leño (santa sanctorum del rock patrio) o en su carrera en solitario, Rosendo ha mantenido una identidad inconfundible que ha inspirado a varias generaciones de músicos, algunos de los cuales han llegado a alcanzar la gloria. Fito Cabrales, El Drogas (antes en Barricada) o Kutxi Romero (de Marea) son tres buenos ejemplos, y los tres estarán en el gran homenaje que se va a hacer al autor de «Este Madrid» el próximo 27 de septiembre en Las Ventas.

Allí se celebró ayer una rueda de prensa (tras la cual entrevistamos al protagonista del día) para anunciar este gran concierto que celebrará sus 40 años de carrera, y que pondrá fin a la gira «Mentira me parece», en la que presenta «Vergüenza torera», su último y espléndido trabajo. «Nunca he sido consciente de ser una figura influyente… hasta que me lo han dicho mis compañeros de oficio», asegura. «Recuerdo la primera vez que se me presentó El Drogas. Decía «oye mira, somos un grupo de Navarra, y nos inspiras mogollón…». Yo no entendía nada, ¡jaja!».

Si estabas pensando en acudir al concierto en Las Ventas date prisa: ya se han despachado nada menos que 5.000 entradas, y se espera un acelerón en la venta desde hoy, día en que se ha conocido que también acudirán a la cita Miguel Ríos y Luz Casal, sus giracompañeros de viaje en aquella mítica gira «El Rock de una noche de verano» que recorrió toda España en 1983, y que según cuenta Ríos, fue una bacanal digna de superestrellas del rock. «Bueno, Miguel es un poco peliculero», ríe Rosendo. «Yo es que para esas cosas era un poco soso, ni me ponía a ligar con groupies ni era el alma de la fiesta. Casi siempre prefería ir a mi bola».

También le acompañará en Las Ventas su hijo Rodrigo, en calidad de telonero. Antes militaba en la banda de reggae Ganyahmun, pero su padre cree «que el grupo a lo mejor se rompió porque él quería experimentar. Me daba pena porque tenían un rollo muy sanote y sonaban bien. Pero nadie les hacía caso, y lo típico: al final llega un momento en que te desencantas y uno quiere tirar para allá, el otro para acá…, y la cosa se rompe». Rosendo tiene mucha experiencia en estas lides, ya que eso fue más o menos lo que pasó con Leño. «Siempre he sido una persona que evita los conflictos, que antes de discutir y crear mal rollo prefiere dejar que la cosa camine y llegue adonde tenga que llegar, pero hay un momento en el que te pisan el terreno y tienes que decir basta».

Desde entonces, el señor Mercado ha tenido muy claro cómo llevar su carrera. «Me limito a preocuparme de lo musical. En Leño pasábamos de todo, y al final nos la metieron doblada, pero aun así, después no me volví un loco de las finanzas, obsesionado con llevar mis asuntos económicos. Prefiero delegar, ese mundo es opuesto al mío». Si hay algo de lo que esté especialmente orgulloso, es de «no haber cedido a las presiones», ni siquiera a las de mentores como Teddy Bautista, que siempre quiso recargar sus canciones como productor. «Sí, jeje, antes y ahora. Querían montar un pitote enorme para este concierto, pero me he negado. Guitarra, bajo y batería, «pelao y mondao». De eso estoy muy orgulloso también. Cuando acabó Leño metí un teclista porque pensaba que si no no se iba a notar la diferencia, pero estaba equivocado. No aportaba nada. Haberme quedado en formato de trío también es un motivo de orgullo. Ése es mi rollo, lo que la gente espera de mí, y eso es lo que habrá en Las Ventas. ¡Ah, y los invitados!».

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