Qué ganas teníamos de ver a los galegos de SRASRSRA después de ver una entrevista hace unos meses (no os la pérdais, son muy buenas risas, ver aquí https://www.youtube.com/watch?v=qvpExihVrUs). «Mientras no me definan como moderno de mierda… que me definan como persona humana” dice Rubén/Zipo cansado del etiquetismo. Sublime sentencia para explicar qué es lo que buscan dos chavales que se divierten con sus juguetes musicales. Él aporta la filosofía y Victor el ritmo y el equilibrio. Descendiente bastardo del batería de los Ramones, disfruta con las baquetas como los niños disfrutan con una escopeta de perdigones.
Acompañantes más que teloneros de Biznaga (en el sentido de estar a su altura, ya que en realidad la banda madrileña era la prota presentando su primer LP «Centro Dramático Nacional») bordaron un bolo que nos dejó algún moratón y mucha satisfacción. Sus temas de un minuto manejan lo mejor del rock duro y el garaje punketa desde los setenta. “Asco”, “Pala o Nicho” “Explota o Revienta”, “Comebolsas” o “Mi Madre” son cortos inmejorables de largometrajes maestros. Es patente su sincronía a la hora de hacer música, sus miradas risonas cuando alguno de los dos fallaba hacen que estar en sus bolos sea realmente como estar escuchando a unos colegas aún sin conocerles de nada.
Dejaron de tocar porque el tiempo apretaba, dejando el listón bien alto para los recién galardonados con Premio Capitán Demo de Radio3 en los trofeos Villa de Madrid Biznaga.
El grupo madrileño se ha consolidado como una de las bandas más seguidas de la escena punk de la capital. En el último lustro han ido apareciendo muchos grupetes que han hecho que muchos de a los que nos gusta el rock&roll disfrutemos de las noches castizas como enanos. Biznaga sea, quizás, la banda que mejor ha sabido capitalizar la buena mierda que se está haciendo por aquí. Combinan discos redondos con directos locos. En la raíz de sus composiciones encontramos el feeling de los grupos punks nacionales de los 90’, pero navegamos por unas partituras frescas y directas a la médula, que en El Sol sonaron como un cañón de salvas.
“Adalides de la nada”, “Orgasmo negativo”, “Las Brigadas Enfadadas” y “Maldita mi estampa” son buenos títulos para unas letras elaboradas y unas composiciones musicales complejas fuera del tópico de que el rock&roll y el punk son tres acordes unidos con las ganas de hacer el mal y mucho ruido. Después del concierto estuvimos charlando con ellos y con los simpáticos jefes de Holy Cuervo, máximos responsables de que este fenómeno siga creciendo. Después… las burbujas de las birras y algún que otro mocho hicieron que la llegada al Weirdo fuera confusa, con ducha de agua mineral por San Vicente Ferrer incluida. Larga vida al garaje-punk nacional.