THE KILLERS «Battle Born»

por

Género: Pop

Sello: Universal

PUNTUACIÓN: 5

Si alguien esperaba una vuelta a sonoridades indies, apostó mal. Los de Las Vegas siguen empeñados en tirar por la grandilocuencia más engolada en este disco que es el menos parecido a “Hot Fuss” de los tres que le han seguido.

Lógico por otra parte, al ser el más alejado en el tiempo. Además, estas altisonancias ya no es que suenen creíbles o no, es que ellos ya están muy seguros de que es a por eso a por lo que van. Los Killers son esto, y no otra cosa. Lo peor es lo que para muchos de sus fans es una clara decadencia, se recordará como grandeza dentro de menos tiempo de lo que creemos, porque el pop pirotécnico que despliegan en los dos primeros temas, “Flesh and bone” y “Runaways”, pura vacuidad, será “lo más” en recintos descomunales llenos de gente que quieran ver un mega-espectáculo, ya no un concierto. A lo Coldplay más que nunca, vaya.

Cierto, a un servidor The Killers siempre le han parecido unos tipos demasiado limpitos para el rock. Tienen algún himno incontestable, no es la peor de las bandas de estadio, pero incluso su debut podía enmarcarse en un emo-pop tocado por talluditos nostálgicos de los 80. ¿Post-punk? Nunca lo he visto en este grupo. Además, incluso en aquel “Hot Fuss” sus juegos con la electrónica no añadían más que futilidad a un concepto musical ya demasiado frívolo de por sí. En su segundo trabajo la electrónica se hizo claramente menos naive, e incluso hubo cierta madurez en las melodías. En el tercero cayeron en un pozo de pop sensiblero, y en este “Battle Born” no han inyectado casi nada positivo que los devuelva a una posición más o menos respetable.

Hay temas como “The way it was” que están muy poco trabajados, con un romanticismo a la Spandau Ballet que resulta aburridísimo. “Here with me” roza un rollito A.O.R. en el peor de los sentidos, sobadísimo e innecesario (¡¡y qué letra!!), y es entonces cuando uno piensa que no les vendría mal volver a centrar el foco en U2, pues “Rising Tide” no les queda tan mal. Pero se suceden las canciones y nos encontramos auténticos pestiños como “A matter of time”, “Deadlines and commitments”, «Be Still» o “Miss atomic bomb”.

Y si decíamos “casi” nada positivo, es porque al final aparecen tres buenas canciones: “Heart of a girl” la joyita del disco, compuesta y grabada con Daniel Lanois (productor de Bob Dylan, uno de los cinco que participan en el álbum), “From here on out” un country de aire springsteeniano que puede colar, y la que da título al álbum, que muestra a un inspirado Flowers.

Descompensadísimo.

1 Comment

  1. si es verdad yo ya he escuchado todo el album y flesh and bone que era una de mis preferidas la version concierto es mucho mejor —en la version del disco tiene muchos arreglos pop no entiendo que quisieron hacer—pero bueno miss atomic bomb es buena y battle born son casi las mejores —y the rising tide pues esta cancion la sacaron hace mucho tiempo en concierto asi que perdio sentido

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