MAX CAVALERA: «Yo estoy deseando volver a tocar con SEPULTURA, depende de ellos»

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Charlamos por teléfono con el líder de Soulfly, banda con la que lleva ya ocho discos grabados, el último de ellos el espléndido «Enslaved». Amigable, elocuente y sobre todo sincero, Max Cavalera convierte esta entrevista en una de las más distendidas que servidor haya hecho en muchos años…

– ¿Has superado esa extraña enfermedad que te paralizó la cara?

– Sí tío, es algo que acojona bastante, porque nunca has sufrido algo parecido y no tienes ni idea de lo que te está pasando. Me desperté una mañana, y le digo a mi mujer que no sé qué coño me pasa, pero que algo me está pasando. Incluso hablaba raro, pero poco a poco he ido recuperándome gracias a antibióticos y esteroides. Cada semana mejoraba un poco, y ya han pasado tres semanas (en el momento de la entrevista). Me he recuperado en un 90% más o menos. Me siento más aliviado, ya que ha sido una locura de experiencia. Creo que fue un virus que cogí en Australia cuando toqué con Cavalera Conspiracy. Fue una mierda que casi me jodió la gira por Brasil y Sudamérica, pero me negué a cancelar… en Argentina por ejemplo, apenas podía controlar un ojo, no podía ni pestañear. Pero luego ves a esos chavales que están tan a muerte contigo y dices: «¡cómo voy a cancelar por una puta parálisis!». Ni de coña, aunque tenga que hacerlo con la cara hecha una puta mierda.

– Tengo que decirte que «Enslaved» me ha volado la cabeza. ¿Cómo fue el proceso de grabación en los Tallcat Studios de Phoenix?

– Genial, porque hay nuevos elementos en Soulfly que han dado nueva vida al grupo. Tengo un nuevo batería, nuevo bajista, nueva sangre, nuevas emociones. Y el trabajo con el productor (Zeuss) ha sido muy inspirador porque me ha ayudado a sacar muchas ideas que tenía en mi cabeza, a las que no sabía darles una definición concreta. Hemos tratado de imprimir un «feeling» muy primitivo, y en ese sentido ayuda mucho tener una segunda opinión que marque límites y desafíos para equilibrar. Con este disco he comprendido que definitivamente trabajo mejor con un productor. Me vuelvo más creativo cuando hay que debatir. Creo que con este disco hemos alcanzado una meta, es un gran trabajo de potencia y agresión. Es sin duda el álbum más extremo de los 8 que tenemos, y el más diferente. Estoy muy emocionado con el single «World of Scum», y con todo el disco en general. Estoy deseando mostrar el resultado a mis fans, espero girar por España este mismo año para disfrutarlo con vosotros.

– Soulfly siempre ha tenido un componente espiritual, ¿hay algún concepto detrás de este álbum?

– El título de «Enslaved» («Esclavizado») tiene cierta conexión con la realidad, porque los esclavos fueron gente que lo pasó muy mal, pero a pesar de todo siempre fueron muy espirituales. Hay un lado de la espiritualidad que nace de la lucha. Lo que intento mandar es un mensaje de esperanza. Si nos quitan libertad, podemos conseguirla a través de la música, del metal. Cuando tocamos en directo, los fans y el grupo somos una tribu conectada por la música, no hay amenazas para nosotros durante esa hora y media. No hay religión, ni raza, nada que importe una mierda. Esa energía que libera la comunión es lo que me hace seguir en esto. Es la mayor droga que existe, pero no se puede comprar. Es perfecto.

– ¿Cómo afectan los cambios de formación a Soulfly? Es algo que te gusta, cambiar a sus músicos de cuando en cuando…

– Desde el principio ha sido una banda que ha tenido muchos cambios a lo largo de su historia. Sabía que sería así desde el momento en que la monté. Me gusta que sea así, por dos motivos. Uno, que se mantiene muy alta la creatividad, y dos, que puedes adelantarte a los acontecimientos como líder de la banda (risas). En esta nueva formación hay un cambio muy importante en la batería, quería alguien que fuera una bestia tocando death metal y thrash metal. David Kinkade me dejó alucinado y le fiché inmediatamente. Ha traído un nuevo feeling de brutalidad que da mucha vida a los nuevos Soulfly.

– La verdad es que el disco es muy bestia, tanto que me hizo recordar ese título que sacaste con Nailbomb, «Proud to commit commercial suicide» («Orgullosos de cometer suicidio comercial»).

– Así es como entiendo la música, y así es como creo que debo evolucionar como artista. La radio me la suda de toda la vida, no voy a hacer una mierda para salir en sus programas de música anti-heavy, ¿sabes lo que te digo?

– Jaja, perfectamente. ¿Y cómo surge la idea de incluir a una violinista en el disco?

– Me gusta escuchar de vez en cuando a bandas melódicas como Dead Can Dance o New Model Army, y creo que algunos temas de Soulfly poseen esa cualidad, que podría conectarnos con esta idea de incluir un violín. Cuando probamos la idea en el estudio sonó tan increíblemente bien que lo vi claro para buscar un estilo clásico en algunos momentos.

En este disco también han participado tus hijos. ¿Qué tal la experiencia?

– Estupendo, ya he hecho algunas cosas en directo con ellos, por ejemplo hemos tocado juntos en Bélgica y algunos conciertos de Sudamérica. Aquellas jams me hicieron ver que podría funcionar en el estudio, y resultó muy gratificante compartir sesiones de grabación para este disco que, en principio, creo que será muy importante en la discografía de Soulfly. Estoy muy orgulloso de ellos.

– ¿Estás involucrado en algún proyecto paralelo ahora mismo?

– Estoy trabajando con Greg (Puciato) de Dillinger Escape Plan en unas cuantas canciones, y vamos a contar con el batería de Mars Volta. El disco que vamos a publicar va a tener un rollo muy parecido al que tenía Nailbomb, en plan dos voces, etc… Va a ser como Nailbomb parte 2. No saldrá hasta el año que viene, desafortunadamente. Pero creo que os sorprenderá mucho a todos, nuestra combinación de voces va a ser explosiva.

– Dentro de unos meses publicarás una autobiografía. ¿Será muy confesional?

-Sí, lo va a ser, te lo aseguro, habrá muchas verdades que han estado ocultas. Tendrá un prólogo de Dave Grohl, lo cual me ha hecho muy feliz porque es un tipo que me encanta. En la biografía hablo de absolutamente todo lo que me ha pasado durante estos años, de la locura que fue tener una pequeña banda en Sao Paulo y terminar tocando por todo el mundo delante de cientos de miles de personas, de las glorias, las presiones, las dudas, de todo. También abordo el tema de la disolución de Sepultura. Hay mucha alegría y mucha tragedia en toda esta historia. Pronto se sabrá por qué nos separamos.

– Entonces no es momento para preguntarlo ahora…

– Pues no, jaja, tendrás que esperar un poco.

– ¿Sentiste mucha presión por el éxito con ellos?

– Las cosas se volvieron bastante locas, sí. El nivel de popularidad que alcanzamos en Brasil y luego en todo el mundo nos llevó a sentir presión, y a mí eso no me divertía en absoluto, porque no estaba nada preparado para soportarlo. Tendríamos que habernos dado más descansos… pero ya sabes… eso no funciona en este negocio. Por eso Soulfly me salvó la vida, porque me devolvió el control sobre mi forma de trabajar. Podía escribir música como quisiera y cuando quisiera, y llevo en esta posición mucho más tiempo que con Sepultura. Ya son 15 años y 8 discos con Soulfly, y creo que ha sido cosa del destino que fuera así. Ya no me pregunto ¿por qué pasó todo esto?, simplemente lo asumo.

– ¿Volverías a Sepultura? ¿Te atrae la idea?

– Sí… a mí me encantaría volver a Sepultura. Depende de ellos. Y creo que los fans que han conocido al grupo en los últimos años se merecen al menos una gira con la formación original. Hay muchos chavales que lo están deseando, lo sé a ciencia cierta. Pero no es algo que me obsesione. Si ocurre, bien. Si no, pues nada…

 

AMPLIACIÓN DE LA ENTREVISTA PUBLICADA POR NACHO SERRANO EN ABC

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