Sello: Sovereign Entertainment
PUNTUACIÓN: 4
Pobre iluso, uno pensaba que el sufijo «tones» casi era una garantía de éxito. En este caso, nos guía erróneamente a pinchar expectantes este disco de pop empalagoso, facilón, y terriblemente monótono.
Tras escucharlos leemos por ahí que son súper estrellas en Sudáfrica. Sí amigos, incluso en el cono sur las cosas son iguales que aquí. Llegan lejos los que permanecen inmóviles en la amabilidad más absoluta, en los ritmos de corte brit-pop y las melodías vocales de épica caramelosa para reality shows.
Poco, muy poco que sacar en claro hay en este disco autoeditado, pero abrumadoramente condescendiente con todos los cánones de lo que nos aburre en el pop de hoy. Excesivos medios tiempos sin pies ni cabeza, baladas que saben a calcetín sudao, enervantes maqueos de pro-tools y arrebatos que no dan ni para un tímido saltito de emoción sincera.
Seguimos leyendo sobre ellos en internet y… anda, que telonearon a Coldplay en Sudáfrica… menuda sorpresa.