Crítica – ASFALTO «Inédito»

por

Género: Rock Urbano

Sello: Lazsound Music

PUNTUACIÓN: 6,5

A la vejez, viruelas, se publica un elepé con temas no editados del mítico grupo Asfalto, su particular colección de maquetas y caras B, que no vieron la luz en su momento por razones de espacio físico (en los vinilos solo cabían 45 min.) o de oportunidad artística (no encajaban con el resto del material). Bienvenido sea este plástico, que nos permite seguir deleitándonos con probablemente la mejor banda del rock en castellano.

A la hora de echar la vista atrás, hemos de admirar la sin par trayectoria de una formación que rompió fronteras musicales y estéticas (nuestros Supertramp), aunque por estos pagos nunca reconocemos el talento que tenemos a la vuelta de la esquina. Probablemente ASFALTO sean el gran combo del rock en la lengua de Cervantes (al que rinden tributo en diversas composiciones: “Rocinante”, “Quijotes Eléctricos”, “Molinos de viento”…) y ahora, en este disco inédito en “Dinos que fue”, donde cuentan las peripecias del caballero de la triste figura tras abandonar el negocio mecánico que tenía antes que Rocinante echara a volar. Tras sentirse en la cresta de la ola (con la edición de su primer disco homónimo) el grupo se partió en dos: José Luis Jiménez y Lele Laina abandonaron la nave, creando junto al mítico batería (ya desaparecido) Terry Barrios y al teclista Víctor Ruiz, otra leyenda del rock español, TOPO, cuyas canciones en nada desmerecen las gigantescas composiciones alumbradas por Julio Castejón (voz, guitartra, piano) junto al magnífico teclista uruguayo Jorge Walter García Banegas (quien tiene mucho protagonismo en este disco, pues ha sido él quien ha recopilado estas estupendas joyas), grabadas en compañía de Enrique Cajide (batería), Enrique Pérez ‘Gunny’ (bajo) y Miguel Oñate (vocalista de prodigioso talento que entró en el quinto elepé de la banda, el magistral “Más que una intención”).

En el CD que nos ocupa, lo más interesante sin duda son las “Maquetas de Matachel”, nombre del local donde ensayaban (en Carabanchel Alto) a principios de los años ochenta. Estas rutilantes tonadas: “Carrera ilegal”, “El futuro no está aquí”, “Tengo vida” y “Un buzo en el jardín” son los Asfalto más reconocibles, con preciosos desarrollos armónicos y teclados que llevan en volandas, y bien podían haber formado del siguiente disco asfáltico tras el maravilloso doble elepé “Déjalo Así”(81). Pero entró Miguel Oñate y alumbraron otra joya para la posteridad, el ya mencionado “Más que una intención”.  Junto a estos diamantes (una escucha atenta de “El futuro no está aquí” y “Tengo vida” ponen los pelos de punta, que ya cantaran eso cuando el rock estaba en todo lo alto, y que nos recuerdan de forma nítida la crisis actual), otra gema contenida aquí es la versión de “Halley” cantada en inglés, una preciosa composición perteneciente a “Corredor de fondo”(86), certera declaración de intenciones de lo que iba a ser la trayectoria de la banda.

Ponen la guinda “Pregunta a mamá”, una preciosa canción pop (de las muchas que ha alumbrado Julio Castejón) junto a los ‘bonus tracks’: “Es nuestro momento”, “La paz es verde” y “Tiempo gris”, clásicos registrados en directo. Asfalto, una banda sonora imprescindible en nuestra vida, que siempre se debatió entre el rock progresivo-sinfónico, el pop ilustrado y el rock urbano con rotunda conciencia social. Y para aquellos que todavía alberguen dudas, que por favor escuchen “Solo por dinero”(90) o “El planeta de los locos”(94). Huelgan las palabras.

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