DANIEL JOHNSTON: «Vivo en el pasado»

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Si esta entrevista ya podía ser surrealista per se, no lo fue menos todo lo que la antecedió. Scott, el mánager de Daniel Johnston, nos dice por teléfono que el artista se está echando una siesta antes de su concierto en Gante (Bélgica), que llamemos al Hotel Ibis de la ciudad a la mañana siguiente. Y que busquemos el teléfono en Google (¡!). Al día siguiente, media hora antes de llamar nos damos cuenta de que Ibis es una cadena y nos dan los siete males… Pero al fin, tras varios “Hola, por favor póngame con el huésped Daniel Johnston” fallidos, damos con el hotel correcto. De repente suena el anhelado (y mítico, en este caso) «Hola, ¿cómo estás?”.

Hola Daniel, bien, bien, ¿cómo estás tú?
Muy bien… sí, muy bien. Pero me acabas de despertar.

Lo siento, me dijeron que llamara a esta hora.

¿Qué hora es?

Las 10 menos cuarto de la mañana.

Ah si, es mi hora de despertarme, es perfecto. Gracias entonces…

¿Qué tal el concierto de ayer?

Fue tan bien anoche… la audiencia estuvo muy entusiasta conmigo. Tocamos muy bien, así que estoy muy feliz. Estamos intentando dar conciertos cada vez un poquito más largos.

¿Suelen salir así de bien todos los conciertos?

Diría que sí. Me estoy acostumbrando a este éxito, estoy tocando por todo el mundo y todas las audiencias se vuelven locas. Es divertidísimo.

¿Cuánto talento se estará desaprovechando en la plantilla de restaurantes de comida rápida?

En McDonald’s nuca se sabe, nuca se sabe cuántos… Era triste trabajar allí.

Creo que quiere publicar un nuevo disco dentro de poco.

Sí, dentro de muy poco, se llama “The Death of Satan” (ya tituló así un 7” de 2007) y ya tengo todas las canciones terminadas. Saldrá en un mes o dos.

¿Incluye alguna de estas canciones en esta gira?

Todavía no lo he hecho, pero sí tengo algunas nuevas canciones para estrenar. ¿Desde donde me llamas?

Desde España.

¿Y dónde estoy yo ahora? ¿También en España?

No, no… en Bélgica, Daniel.

Ah, sí (risas). No sé dónde estoy…

Creo que no le gustan mucho los aviones, que prefiere girar en furgoneta.

Sí, en la furgoneta es más divertido. Escuchamos la música que ponen en la radio, y a veces es una mala idea. Vivo en el pasado. Me gustan los Beatles, los Who, los Rolling Stones, Bob Dylan, toda aquella generación que hizo las más maravillosas canciones que he escuchado en mi vida. Todos mis artistas favoritos son de hace muchos años.

Le han rendido múltiples tributos y homenajes por todo el mundo. ¿Qué le parece el impacto que han originado sus canciones en la música contemporánea?
Es divertido, y a la vez me hace sentir muy orgulloso, es interesante provocar estas reacciones. Pero lo más importante, lo que me da más alegría es cuando el público me da ánimos al terminar los conciertos. Se me acercan y me hacen muy feliz con su apoyo.

También se celebra una exposición de sus dibujos…
(Interrumpe con entusiasmo) ¡Sí! Hemos estado vendiendo muchísimos en Francia. Tanto los dibujos, como mis camisetas, se están vendiendo como churros en el merchandising. También los CD. Me hace muy feliz ver a la gente agolpada quitándonoslos de las manos.

¿Se siente especialmente orgulloso de algún dibujo en particular de esta exposición?

Me siento especialmente orgulloso del comic que he publicado, “Space Ducks”.

¿Visitará alguna tienda de cómics en España?

Oh, sí. Ese es uno de mis planes principales. Me encanta recorrer el mundo para poder ir de compras en todos los países y encontrar nuevos comics, y si puedo, también viejos discos míos, o ediciones piratas.

¿Qué le parece la evolución del superhéroe de cómic a lo largo de los años? ¿Prefiere los clásicos?
No sé, me gusta todo tipo de cómics. Lo que busco es arte, en su mejor forma posible. No importa si es clásico o moderno. Encuentro cosas interesantes en ambas.

Usted se autopromocionó regalando sus cintas por la calle, ¿usa internet ahora?
Sobre todo se las regalaba a chicas bonitas (risas). Mi hermano es el que lleva el tema del merchandising online, desde Texas. Vendemos CD, DVD, camisetas y comics a cualquier parte del planeta.

¿Sintió mucho la pérdida de Kurt Cobain, gran fan suyo, y un apoyo promocional considerable?
Cuando me enteré de que el chico había muerto inmediatamente recordé el primer momento en que lo vi. Todavía vivía en Austin, y me enseñaron una foto de él en la MTV, llevando una de mis camisetas, la del disco “Hi, how are you?”. Enseguida me puse a escuchar su música, y me encantó. No me gustó nada que se muriera, me gustaba mucho.

¿Fue tan significativo como cuentan aquel viaje de ácido con los Butthole Surfers?
Sí. Mis canciones son un montón de relatos sobre las cosas que me han pasado. Una montaña de experiencias. En ellas está todo.

18 de abril – Madrid (La Casa Encendida)
19 de abril – Valladolid (Lava)
20 de abril – Valencia (El Loco)
21 de abril – Barcelona (Apolo)

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