Crítica – KORN «The Path to Totality»

por

Género: Dubstep-Metal-Electrónica

Sello: Roadrunner

PUNTUACIÓN: 5,5

¿Dubstep y electrónica a tutiplén? ¿Mucha, muchísima más que los pequeños experimentos de discos anteriores? Ya puedes ser tolerante, abierto de mente o como quiera decirlo Jonathan Davis, porque si no pensarás que esto ya ni siquiera es Korn…

A muchos músicos les duele horrores cuando piden opinión sobre su nuevo trabajo y les contestan que “suena muy bien”. Creen que esa frase es una insinuación acerca de la poca redondez de las canciones… Neuras aparte, parece que Davis ha buscado precisamente eso, un buen –impresionante- sonido, sin preocuparse demasiado por lo demás. Su asociación con ingenieros de sonido como Skrillex –sí, ese que bailó Shakira en mitad de una carretera barcelonesa- ha dado lugar a un engendro de futurible rock electrónico en el que lo que menos importa es eso, las canciones.

Davis es protagonista total del álbum pues apenas se deja espacio libre para bajo, guitarras ni batería –de hecho, en los créditos agradece a sus compañeros su comprensión y su apertura de miras-, liberando estribillos en medio de un ruido sincopado cual cadena de montaje de robots, que es lo que evoca la “música” de este “Path to Totality”. Temible título para los que echan de menos a los viejos Korn, pues insinúa que esta es la senda a seguir por el grupo californiano.

El disco tiene un aura de búsqueda de algo nuevo, un corazón pionero, que tiene su punto. Pero le falta una dirección definida que integre los elementos que lo componen de forma más colorista –especialmente en el aspecto rítmico-, sin caer en un piñón fijo que, en apuestas como esta, es fatal. Mantiene, sin embargo, su línea de flotación gracias al liderazgo vocal de Davis, e incluso contiene momentos de inspiración melódica, furores post-apocalípticos que impactan, y la estructura de ciertos temas llega a convencer. “Burn the Obedient” es muy buena, por ejemplo. Pero cuando se llega al tema número 8, todo empieza a sonar igual y es difícil encontrar motivos para salir del tedio (un EP hubiera sido ideal). Lo disfrutarán muchísimo los estudiosos de las mezclas y demás frikis del estudio de grabación, también los que quieran testar los límites de sus equipos de música, pero sobre todo los que están aburridos del rock tocado por personas. Pobres.

La edición deluxe que ha caído en nuestras manos, hay que decirlo, viene con un interesante DVD en el que la banda ofrece un concierto en mitad de un campo cerca de Bakersfield, donde un increíble equipo logístico ha hecho “crop circles” –los círculos supuestamente hechos por OVNIS- para la ocasión. A pesar de la sobriedad –no hay público, ni escenografía-, o precisamente por ella, este directo mantiene una curiosa tensión que lo hace muy entretenido, y además incluye viejos temas del repertorio Korn, que no vienen nada mal para recordar de dónde viene este controvertido “The Path to Totality”.

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