Género: Pop-Rock folkie
Sello: Domino
PUNTUACIÓN: 8,5
Con meses de retraso llega a nuestras manos esta pequeña joya, estos modernos rituales de los californianos Chief, que desgraciadamente anunciaban su separación allá por junio, con este único, fresco y aturdidor disco en su haber, circunstancia, la de su disgregación, que nos lleva a preguntarnos qué habría sido de esta banda al completo en los próximos años si sus miembros no hubiesen tomado las de Villadiego cada uno por su lado.
Ya escuchando la canción de apertura, “The Minute I Saw it”, nos quitamos las telarañas de las orejas, acumuladas en una tupida red tras multitud de discos de insulsa factura patria, asumiendo y comprendiendo el porqué Estados Unidos ha parido algunas de las mejores bandas de rock de la historia.
Porque si un grupo prácticamente desconocido en nuestro país como Chief es capaz de cocinar un álbum tan bien acabado, al que te entregas a la primera y sin atisbo de imposturas melosas, excesos electrónicos ni búsquedas engoladas de la frase perfecta o la experimentación absurda con afán de protagonismo, es porque la herencia absolutamente apabullante que han recibido, de la que han mamado -Neil Young, Tom Petty, the Band, Crosby o The Beach Boys- es inconfundible en la perfecta factura californiana de este disco.
Alguna crítica sitúa el tono del vocalista Evan Koga cercano a las entonaciones místicas de, pongamos, un Chris Martin. Sin abandonar el punto melancólico de Coldplay en algunos pasajes concretos del álbum, ya sea en algún punteo de “Breaking Walls” o en alguna melodía entonada con exceso de pesimismo, como en “Wait for You”, Chief están en el polo opuesto, en cuanto a cagarrutas trascendentes, partiendo el lirismo y las sensaciones oníricas de unas guitarras que desprenden cristal tintineante y de unos coros magníficos, que envuelven cada corte en pura magia.
Así pues, el cuarteto, ya disuelto, nos lega una obra que no debería faltar en los estantes de todo buen melómano que desprecie las grandilocuencias y que apueste por lo seguro.