Noche de doblete rockero: Crónica – Concierto de IMPERIAL STATE ELECTRIC en la sala Heineken/ Crónica – Concierto de WAU Y LOS ARRRGHS! en Clamores

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Hace tres viernes nos marcamos una noche de doblete rockero con Imperial State Electric y Wau! y los Arrrghs, dos formas muy diferentes de entender esta música que tanto amamos, pero compañeras de viaje sin duda.

Primero acudimos al bolo de Nick Royale y los suyos en la sala Heineken, donde los precios intolerables –por no decir algo peor- están a la orden del día. Así que el birreo cayó fuera, mientras nos perdíamos a Los Ángeles y a Small Jackets. Dos bandas que no conocíamos, todo sea dicho, pero a las que hubiéramos aplaudido a rabiar si no nos cobrasen doce euros por un mini de cerveza…

El carismático Nick Royale salió a escena a eso de las nueve y media, escoltado por una banda que se mostró con ganas desde el primer momento. Aunque la sala estaba a la mitad de aforo, los guitarrazos de los suecos denotaban una clara intención de comérsela a bocados. Y así lo hicieron, con una andanada de rock escandinavo del bueno que pese a no levantar excesivamente los ánimos a la parroquia, sí fue bailado por un puñado de gente en las primeras filas. “Hello There” de Cheap Trick y su “Are you ready to rock?” para abrir,  “A holiday from my vacation”, “Lords knows I know that it ain’t right”, “Lee Ann”, “Resign”, todas fueron recibidas con gusto pero sin excesivo entusiasmo, algo que terminó afectando un poco a la entrega escénica de los músicos. Sin embargo, aunque en algún momento se mascó que había un ambiente algo frío, la banda funcionó como un reloj, precisa y sobria, desmadrando sólo en los momentos justos. No descargaron la misma adrenalina que aquella espléndida noche en la carpa del último festival Azkena –además ahí contaron con la presencia de Dregen en algunos temas, y eso se nota-, pero dieron una velada muy satisfactoria, de rock hecho con oficio y elegancia. Además, el final fue de lo más explosivo: dos miembros de 77 subieron a las tablas para terminar el show con los suecos, marcándose un “Touch too much” de AC/DC que nos dejó la mar de contentos para encarar el segundo asalto.

Psicosis en Clamores

A toda leche salimos hacia Clamores, y al llegar nos encontramos con una expectación preciosa. Un montón de gente se agolpaba en la puerta preguntando por entradas sin dueño. Ni Najwa Nimri quiso perdérselo. Wau! y los Arrrhgs están empezando a tener aura de verdadera institución, de leyenda, y las ganas que había de desparramar con ellos -y de contarlo después- se mascaban en el ambiente. Y es que como ellos mismos dicen en su blog, “si no has estado en un concierto de Wau y los Arrrghs!, no has estado en un concierto”. Servidor ha presenciado punkadas de lo más subterráneas, y os puedo asegurar que la de estos chiflados valencianos no tiene parangón. Si su garaje ya te arrolla sin miramientos en disco, imaginaos en directo. Es un frenesí, una desbandada a toda leche y a ciegas, da igual dónde te golpees, rebotas y sigues adelante, o atrás, o a un lado, pero sigues, nunca paras. Caña, caña, caña. Y todo con un exquisito gusto a la hora de escoger las versiones a perpetrar –casi todo su repertorio se basa en clásicos de los 60: “Coge mi cosa” (“You captivate me”, de Question Mark & the Mysterians), “Rey de tablistas” (King of the surfers”, de The Trashmen), “Yo quiero volver” (“I wanna come back”, de Fe Fi Four plus Two), “Niña” (My brother the man”, de We the people)-. Pero ninguna es recibida en sus directos como “Demolición”, el clásico de Los Saicos -una de las bandas más inexplicables de la historia del rock-. Aunque qué demonios, todo el track-list fue una verdadera locura de pogos que nos llevó al límite de nuestras fuerzas… hasta que sonó “Copa, raya, paliza”… esa dentellada obsesiva es el mejor estupefaciente para el alma, para seguir sudando a litros mientras te patean el culo docenas de colgados como tú.

La cosa se desmadró por completo, abundaron los espumazos de cerveza al aire y la gente tirándose desde el escenario, a los que Juanito Wau no dudó en unirse varias veces. El cantante más loco de este país, el mejor frontman de Europa se tiró como 5 o 6 veces a lo largo del concierto, llegando a cantar desde el mismísimo suelo mientras le levantábamos entre cascadas de birra. Terminaba un tema y el público pedía otro a aullidos, y así hasta casi dos horas de desfase total. A la banda se la veía contentísima, está claro que aquella noche fue especial para ellos. Y es que son los mejores en lo que hacen, nadie monta una juerga así de salvaje. Jorge Explosión subió con ellos a tocar la armónica en “Piedras”, y con lo que él es, un fiera de las tablas, se le veía abrumado con lo que allí estaba pasando, tenía cara de “bueno, y yo ahora qué hago aquí”. Al final salió más sonriente de lo que entró, porque su colaboración quedó de puta madre, igual que todo el bolo en general. Una noche que, insistimos, quedará en el recuerdo como una de las mejores de Wau y los Arrrghs! en Madrid.

Por cierto, tuvieron unos teloneros bastante majetes llamados The Dark Colours, que hicieron buenas versiones de Chocolate Watchband, Seeds y algún otro icono de la psicodelia garajera de la Costa Oeste.

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