Segunda Persona muestra la faceta más intimista y cercana de Jose Guerrero, miembro de otros proyectos como Cuello, Betunizer o Jupiter Lion. Un proyecto solista en el que reduce las canciones a lo más básico, guitarra acústica y voz, pero que no se adscribe a parámetros folk clásicos.
Grabado en directo en los estudios Finca Vista Alegre, en la Vereda del Moñino (Almoradí, Alicante), una vieja casa en medio de la huerta, y mezclado por su compañero Pei “Betunizer” Sountess en los estudios Music Rooms, “Torneo en mi casa” es su segundo álbum, un nuevo ejercicio de desnudez compositiva que pone de manifiesto su dominio del lenguaje musical, pero también del literario, donde revela todo su talento creando un mundo propio que se configura a base de frases, a menudo agrupadas como peculiares haikus: “Envidio tu ser/Yo no soy tú/Enséñame a aprender mejor”, canta en “Dentro del vértigo vital”.
En el disco hay canciones que no andan lejos de las que confecciona Thurston Moore en sus excursiones pop en solitario (la inicial “El propietario del cielo”), pero el rasgueo de la guitarra de Guerrero tiene inequívoco sabor español y posee matices propios. “El grito al caer” es un buen ejemplo. “Destino radiante”, una evocadora pieza instrumental, otro. Y si “Trae tu cara” (2015), el último trabajo de Cuello, se cerraba con “Aquí tengo tu puente”, un tema que mostraba su interés por el flamenco, este “Torneo en mi casa” sube la apuesta a nivel personal y concluye con “Que no sé leer”, unas sevillanas populares de socarrona letra y origen incierto (hay quien las atribuye a los onubenses Hermanos Toronjo) que llegó a interpretar hasta Manolo Escobar. Sin prejuicios.