Sello: Sonido Muchacho
6 / 10
Aunque este disco no entrará entre nuestros favoritos ni por su estilo ni por su energía, siempre es interesante sumergirse en propuestas con tanta capacidad para crear un universo propio.
Arrancan los primeros compases de «Ephemeral Existence» y suena una batería electrónica. Mal empezamos. Sin embargo, lo imaginativo de los efectos sintéticos y el sonido cavernoso de la guitarra hace que de alguna manera te quedes enganchado, y la voz, aunque genera cierto desconcierto por su espíritu flojeras, arrastrado casi hasta el desafine, de algún modo también resulta atrayente. Y así es como poco a poco, en posteriores escuchas, este disco termina dejando huella.
Esta banda, que en su anterior entrega desplegaba intenciones más garajistas, ahora apaga las luces y ralentiza sus latidos en un disco con un punto maquetero (ha sido grabado en el mismo local de ensayo) que a veces funciona -deliciosas «Ephemeral Existence y «Tears of Glass»- y a veces se viene abajo por una falta de empaste -«She´s Down» o «Celebration» me parecen bien construidas pero no me suenan bien, qué quieren que les diga-, con un aire tétrico, nocturno y decadente sólo interrumpido por la soleada «Moments», una delicada joyita pop con brillantes arreglos de cuerda.
Aunque adjudicar el término post-punk a «Ephemeral Existence» se me hace raro -salvando algún repunte ruidista, esa mínima conexión punk no está nada clara-, sí puede servir para recomendar sin ninguna duda este trabajo a todos los fans de Joy Division, Jesus & Mary Chain, The Cure o Bauhaus.